Unos todavía con el "susto en el cuerpo", otros decididos a "pasar página". Cada residente en Chandebrito tiene su modo de recuperarse de la tragedia por los incendios forestales que hoy cumple un año, pero juntos están seguros de que superarán las consecuencias de aquel infierno que acabó con la vida de dos de sus vecinas. Así lo manifestaron ayer algunos de los más de 200 asistentes al acto de conmemoración del primer aniversario de la tragedia que arrasó 49.000 hectáreas de superficie forestal en toda Galicia y acabó con la vida de cuatro personas, dos de ellas, vecinas de esta parroquia de Nigrán. Fue un encuentro para poner fin al luto en la aldea.

"Ha pasado un año y lo que queremos es agradecer de corazón a todos los héroes anónimos, sean de donde sean, que estuviesen y estén allí donde se les precisa y transmitir un mensaje positivo. Aquí se acaba nuestro duelo. Llevamos un año peleando por tener un color distinto al negro que nos dejaron los incendios en nuestro monte y lo vamos consiguiendo gracias a todos ellos. Hoy es un día para tomar fuerzas para lo que nos espera". Fueron las palabras de gratitud del presidente de la comunidad de montes y de la asociación vecinal de Chandebrito, Víctor Vidal Otero, que invitó a "pasar página".

El fuego se llevó por delante la práctica totalidad de las 460 hectáreas de Chandebrito, 240 de propiedad privada y el resto, comunal. Durante los últimos doce meses, los comuneros han iniciado la reforestación de apenas 200.000 metros cuadrados. Han plantado el conocido como Bosque da Memoria, de carácter simbólico, con 48 ejemplares de cinco especies autóctonas distintas en las proximidades del emblemático castro de la parroquia y allí han colocado una placa en recuerdo a Maximina Iglesias y Angelina Otero, las dos mujeres que perdieron la vida aquella jornada para olvidar.

Repoblaron también una pequeña parte de su terreno con otros 10.000 sobreiras, alcornoques, carballos y castaños, todos ellos donados por una treintena de entidades y colectivos a los que ayer agradecieron su solidaridad con piezas escultóricas de recuerdo. Pero "queda mucho por hacer" en las 210 hectáreas todavía vacías de la comunidad de montes y hay muchos planes en marcha. La parroquia prevé un futuro parque forestal de 40 hectáreas compartido con la vecina de Camos, también en Nigrán, y son varias las iniciativas de reforestación ya comprometidas para los próximos meses por colectivos como WWF Adena o empresas implantadas en el área metropolitana de Vigo como Denso o GKN.

Y aunque una de las enseñanzas generalizadas que han dejado los incendios en todos los rincones de Galicia es la necesidad de apartar las especies pirófitas como el eucalipto de los montes para evitar que se repita el desastre, en Chandebrito seguirá existiendo. "Nos quedan 205 hectáreas que recuperar y tenemos que plantar autóctonas, pero también pinos y eucaliptos, sin convertirlos en monocultivo como hasta ahora. Necesitamos estas especies porque son nuestra fuente de ingresos", apuntó Víctor Vidal. Eso sí, las invasoras lejos de las casas. El vicepresidente de la comunidad de montes, Antonio Fontán, apostó por realizar "cinturones de protección de autóctonas, dejar amplios márgenes de cortafuegos para proteger las viviendas y llevar los eucaliptos para el medio del monte".