El Camino de Santiago batirá de nuevo este año su récord de peregrinos, ya que prevé acabar el año con más de 320.000 y superar el récord, que data de 2017, con 301.036 credenciales entregadas. Así lo desveló ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante la recepción del peregrino 300.000 de este año, un "hito" que se consigue dos meses antes que en 2017, año récord de caminantes hasta la fecha, pese al Año Santo.

A la capital gallega llegan todos los días centenares de peregrinos procedentes de más de 170 países, y Manuel Pozo, madrileño de 52 años, fue el número 300.000 de este año.

Miguel Pozo dijo sentirse "abrumado" y "sorprendido" durante el acto oficial de entrega de la credencial.

Antes, en declaraciones a los periodistas, Pozo explicó que hizo la ruta jacobea por el Camino Francés, el más transitado, en dos etapas diferenciadas: Roncesvalles (Navarra)-León y León-Santiago, lo que le ha llevado en total 31 jornadas de camino.

Sobre los motivos dijo que acababa de dejar de trabajar, ya que lo jubilaron y como "no estaba bien en casa y necesitaba salir" esa fue la razón, explicó Miguel Pozo, que ha indicado que seguirá camino a Finisterre.