El secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, será el candidato de su partido a la Presidencia de la Xunta en las próximas elecciones autonómicas, previstas para 2020, sin necesidad de ganar unas primarias. El plazo para solicitar la participación en la consulta para ser el cabeza de cartel socialista expiró ayer por la tarde con el líder orgánico como único aspirante.

La falta de rivales anula las primarias exprés con las que Gonzalo Caballero sorprendió a los suyos la semana pasada y que iban a celebrarse el 18 de noviembre, al mismo tiempo que las vinculadas a la elección de los candidatos para las municipales de mayo en los concellos de más de 20.000 habitantes. De esta forma, Caballero solo precisa reunir al menos 194 avales entre los 9.675 militantes socialistas de Galicia para ser confirmado como único aspirante y ser designado candidato oficialmente el próximo 3 de noviembre.

El movimiento del líder socialista, que hace un año se hizo con el volante del partido tras ganar unas primarias al diputado coruñés Juan Díaz Villoslada, descolocó a muchos en el seno del puño y la rosa por la lejanía de las autonómicas, algunos de los cuales lo relacionaron con un intento de blindarse ante posibles malos resultados en los próximos procesos electorales.

Caballero alegó la necesidad de dar estabilidad al partido antes del maratón electoral que se avecina, con municipales y europeas en mayo, además de autonómicas en esa fecha en la mayor parte de las comunidades, salvo Galicia, País Vasco, Cataluña y Andalucía, que las celebrará a comienzos de diciembre. A ello se une la posibilidad de adelanto de las generales, opción que el Gobierno del socialista Pedro Sánchez quiere evitar.

Esas citas con las urnas testarán el estado de fuerzas del PSdeG, revitalizado con la moción de censura de junio que aupó a Sánchez a la Presidencia del Gobierno. Un mal resultado podría poner en solfa el proyecto de este para el partido, con el que se identifica Caballero, sin tener en cuenta el escenario que supondrían unas generales.

La candidatura de Caballero a la Xunta como punta de lanza del PSdeG queda blindada ante nuevos escenarios, evitando bicefalias ante un cabeza de cartel diferente al secretario xeral.

Su designación, sin embargo, producirá la paradoja de que un defensor a ultranza de las primarias no se someta al voto de las bases por falta de rivales. Desde que el PSdeG adoptó en 2012 el sistema de primarias, aunque consultivas en sus primeros momentos, nunca se había cancelado una consulta por falta de contrincantes. Pachi Vázquez mantuvo la Secretaría Xeral aquel año tras derrotar a la exministra Elena Espinosa.

La pérdida de siete escaños forzó el adiós de Vázquez y en 2013 José Ramón Gómez Besteiro, presidente de la Diputación de Lugo, fue el elegido por las bases frente al entonces alcalde de A Illa, Manel Vázquez.

El lucense dimitió en 2016 a raíz de su imputación judicial por presunta corrupción. Ese año se celebraron primarias para elegir al candidato electoral. Al no conseguir los avales necesarios, Gonzalo Caballero apoyó a Xoaquín Fernández Leiceaga, que se impuso a José Luis Méndez Romeu.

Las tornas variaron hace un año y Leiceaga se retiró de la competición por la Secretaría Xeral y apoyó a Caballero, que había reunido más avales y venció a Villoslada.