El plenario de En Marea podría tener consecuencias determinantes sobre la negociación de los presupuestos estatales. Los cinco diputados en el Congreso de En Marea, que llegaron a la Cámara mediante una coalición de partidos, se negaron a rendir cuentas ante el plenario, no reconociendo su autoridad. Pero Alexandra Fernández sí intervino en una cita a la que también acudió su compañero Miguel Anxo Fernán Vello, ambos de Anova. La viguesa tiró con bala y acusó a sus tres compañeros restantes de guiarse por "intereses personales" y marginar los compromisos con Galicia.

"Me indigna que tengamos la mayor representación de la historia de Galicia y que estemos perdiendo esa capacidad", expuso señalando los presupuestos como "el ejemplo más claro" de esa actitud. Resulta importante su mensaje, pues el Gobierno del PSOE necesita el apoyo de sus socios para intentar sacar adelante sus cuentas, en las que no aparecen cesiones a demandas gallegas como la transferencia de la autopista AP-9. Una posible pérdida de dos votos sería crucial.

Fernández dirigió sus dardos hacia Yolanda Díaz, de IU, y a Ángela Rodríguez y Antón Gómez-Reino, de Podemos. Este último es, desde esta semana, el nuevo secretario xeral morado en Galicia. Su actitud, prosiguió Fernández, convierte a En Marea dentro del grupo confederal de Unidos-Podemos en un "satélite", donde ella y Fernán Vello no acceden a la misma información que sus compañeros. La agenda política, arremetió, "está marcada por dos o tres personas que deciden lo que les conviene".

No se quedó sola. El propio Villares tachó de "inaceptable" que los cinco diputados en el Congreso no se sometiesen a la soberanía de plenario, lo que causa "una incapacidad para fijar posición autónoma en relación a los Presupuestos del Estado".

El histórico Xosé Manuel Beiras también incidió a media tarde, cuando llegó al plenario, en esa idea y pidió a los integrantes del espacio de unidad no "traicionar" el proyecto. "Si somos animales racionales, esto debe acabar primando el proyecto de unidad popular", afirmó en una cita que comenzó con bronca.

Una veintena de inscritos se toparon con la negativa de la organización a que accediesen a las votaciones por no aparecer en el registro de inscritos. "Nos quieren robar el plenario", llegó a pronunciar la diputada de En Marea y miembro de la dirección de Podemos Luca Chao. Finalmente, pudieron participar en el cónclave.