Las ayudas de la Política Agraria común (PAC) son un pilar básico de la renta de los agricultores gallegos. En Galicia, son 190 millones de euros cada año los que se reparten entre más de 30.000 productores. Al margen de los criterios económicos, hace justo un año el anterior Gobierno central publicó un decreto con cambios para percibir las subvenciones europeas este año, entre los que destacaba la prohibición de esparcir purines con cisterna -como se hace en Galicia- por sistemas de aspersión como plato o cañón exigiendo acoplar inyectores al depósito para reducir las emisiones contaminantes. Eso sí, permitía a las comunidades fijar excepciones justificadas. Y así lo hizo la Xunta que autorizó el transporte de purines en cubas con difusor en abanico. La Consellería do Medio Rural también excluyó de la norma estatal el enterramiento de los estiércoles sólidos después de su aplicación si el uso del abono se correspondía con prácticas tradicionales. El departamento autonómico tomó esta medida debido a la escasa capacidad de suministrar la nueva maquinaria y a los elevados costes que supondría al sector esa canalización subterránea. Pero también alegó entonces criterios orográficos y climáticos. El actual Ejecutivo central mantiene estas excepciones para la convocatoria del próximo año, cuyo periodo para presentar solicitudes arrancará el 1 de febrero de 2019 y se prolongará hasta el 30 de abril. Así lo recoge el decreto del Ministerio de Agricultura que publicó ayer el Boletín Oficial del Estado (BOE). El documento aclara que las autonomías que tengan zonas con orografías complicadas donde la pendiente de las parcelas supere el 20% se podrán agrupar y establecer excepciones a través de resoluciones como hizo en su día Medio Rural.

Por otra parte, para evitar el abandono de fincas el texto no admitirá para optar a las ayudas las parcelas en las que se haya declarado durante cinco años consecutivos que no hay actividad agraria.

Una de las reclamaciones de las administraciones y los productores era la simplificación de trámites, y en este sentido, el decreto avanza en varios puntos. Por una parte, en cuanto a las condiciones para mantener la titularidad, el nuevo titular percibirá la ayuda por todos los animales en la explotación cedida aunque la propiedad del ganado aún sea del anterior dueño. También se reducen las condiciones para favorecer la incorporación de nuevos titulares, sobre todo jóvenes. En el caso de las superficies de uso común, se obliga a la realizar la declaración gráfica a través de los códigos del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (Sigpac). Y explica además quiénes deberán recoger la información: un responsable de la Administración autonómica, uno de los solicitantes o el titular catastral.

Las superficies de interés ecológico en las que se prohíbe el uso de fitosanitarios no deberán dedicarse a la producción agraria, por lo menos durante seis meses seguidos. Si las parcelas están plantadas con maíz transgénico el agricultor, con el objeto de reforzar los controles, debe especificar la extensión y presentar una declaración responsable indicando que conoce la ley que regula esta variedad.