La propuesta de Sogama, anunciada por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de rebajar el próximo año un 10% el canon que cobra a los concellos por tratar la basura corre un serio riesgo de fracasar. La razón es que los concellos la rechazan, no por el hecho en sí de la bajada de la tarifa, sino por las condiciones impuestas por parte de la Xunta a los ayuntamientos que opten a beneficiarse de la bonificación, dado que se exige reducir la producción de residuos sólidos urbanos y que además el descuento se traslade al recibo que pagan los vecinos.

Los municipios gallegos advierten de que vincular la rebaja del canon al cumplimiento de unos determinados requisitos resultantes de una imposición unilateral, "atentan contra la autonomía municipal". Así se expresó ayer la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) tras la reunión ordinaria del mes de noviembre de su junta de portavoces, reunida precisamente para analizar la propuesta de Sogama.

Tal como se recogen en el proyecto de presupuestos de la Xunta para 2019 y como había adelantado Feijóo en el debate sobre el estado de la autonomía, Sogama reducirá un 10% sus tarifas a aquellos municipios que certifiquen mayor compromiso con la reducción y separación de los residuos y que además repercutan ese descuento en el recibo de la basura. Actualmente la empresa pública cobra 69 euros (sin IVA) por tonelada tratada, pero con la rebaja anunciada el importe se reduciría a partir del 1 de enero a 62,1 euros por tonelada.

"Esto en principio debería ser una buena noticia", advierte el presidente de la Fegamp, Alfredo García. Pero a partir de esta premisa llegan los reparos a la medida de la Xunta. Y la primera es que cuando Sogama en 2014 aplicó unilateralmente una subida del 34% en el canon, "la mayoría de los concellos no repercutieron la tasa sobre la ciudadanía porque aún no se había superado la crisis y los alcaldes no quisieron incrementar el recibo municipal", precisa Alfredo García.

"Y ahora Sogama pretende que la rebaja del canon sea repercutida en la ciudadanía o que los ayuntamientos reduzcan la cantidad de basura genérica que envían. Está claro que la reducción de la tasa podría ser compatible con determinados resultados, pero la cuestión es la imposición de las condiciones, que no procede", lamenta el presidente de la Fegamp.

Por tanto se rechaza la bajada del canon ligado a exigencias impuestas "por atentar contra la autonomía municipal", expresa el órgano que representa a los alcaldes gallegos.

No obstante, dejan la puerta abierta a aceptar la reducción de las tarifas, pero siempre que se derive de una negociación previa entre Sogama y los ayuntamientos. "Se puede vincular a una reducción del recibo de la basura como incentivo para la población ligado a determinados resultados u objetivos, pero para llegar a acuerdos hay que negociar", avisa Alfredo García.

Por otra parte, la Fegamp, en colaboración con el Laboratorio de Ideas sobre Residuos (LIR), presentó ayer la campaña Ecoluciona con motivo de la Semana Europea de Prevención de Residuos que se celebra del 19 al 29 de noviembre.