El patrimonio intervenido a Marcial Dorado tras el juicio por blanqueo de dinero está peritado en 21,5 millones de euros, según los técnicos judiciales.

El arousano fue condenado en firme por narcotráfico en 2011, y por blanqueo de dinero en febrero de 2016. Sin embargo, el Estado ha tardado más de dos años y medio en sacar a subasta los primeros inmuebles embargados a la organización.

A menudo, la subasta de los bienes embargados a los narcos se dilata varios años por las intrincadas redes que estos tejen en torno a las propiedades, para dificultar precisamente a las autoridades que lleguen al auténtico dueño.

Es lo que sucedió por ejemplo con la Casa Jaureguízar, comprada en el año 1999 por una empresa de Liechtenstein, Masol Aktiengesellschaft, y que pagó por ella el equivalente a lo que hoy son 860.000 euros.

Se trata de un inmueble que está en una de las calles más céntricas de la ciudad, a escasa distancia de dos de las propiedades más simbólicas de Dorado y su familia, como fueron el aparcamiento y el edificio donde situaron la sede varias de las firmas con las que, según los jueces, Dorado blanqueó el dinero del tráfico de drogas.

Las demoras en la adjudicación de los bienes provoca que estos se devalúen.