La huelga de cuatro días de los funcionarios de prisiones de toda España en demanda de más personal y mayor seguridad se cerró con la amenaza de un paro indefinido si la Secretaría General de Instituciones Penitenciaria no da respuesta a sus reclamaciones en un plazo de 72 horas. A las puertas de la cárcel coruñesa de Teixeiro se vivieron escenas de tensión en la última jornada de huelga, con enfrentamientos entre la veintena de antidisturbios que se trasladaron a primera hora de la mañana a las inmediaciones del penal para impedir que los piquetes bloqueasen la entrada de los empleados públicos que iban a realizar el relevo del turno de noche. El enfrentamiento que ya se había producido el día anterior entre los agentes de la Guardia y los piquetes que de nuevo trataban de impedir el acceso de los servicios mínimos se repitió. Pero a medida que pasaban las horas y los trabajadores del turno de mañana no podían acceder al centro, la crispación derivó en una "carga suave", según calificaron trabajadores afectados.

"Hoy [por ayer] sacaron la porras; no como el lunes. Fue el momento más tenso de los cuatro días de huelga en Teixeiro", comentan desde la plataforma organizadora de los partos, que agrupa a los sindicatos CSIF, UGT, Comisiones Obreras y Acaip. Como consecuencia de este enfrentamiento, varios funcionarios sufrieron magulladuras e hinchazones, según relatan trabajadores que estuvieron en la protesta para evitar el acceso de los servicios. Como consecuencia del bloqueo a los empleados del turno de día que entran a primera hora de la mañana, el relevo no se produjo hasta pasadas las 14.30 horas. El día anterior, los piquetes impidieron el acceso a los servicios mínimos hasta pasado el mediodía. El seguimiento del paro, según los organizadores, superó de nuevo el 90% en el turno de día y llegó al 100% durante la noche.

Como consecuencia de los cuatro días de huelga en los penales de todo el país -desde el sábado hasta ayer-, los familiares no pudieron visitar a sus allegados presos, los proveedores no pudieron prestar sus servicios o dejar mercancía en los centros penitenciarios y los presos no pudieron salir a los diligencias judiciales que tenían fijadas. El bloqueo de los servicios mínimos en Teixeiro provocó que los mandos tuvieran que ir a los módulos.

Nada más poner fin a los cuatro días de huelga, la plataforma sindical puso a andar el cronómetro para que desde el Ministerio del Interior muevan ficha. Si antes del viernes a las 14.00 horas no reciben respuesta alguna de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias definirán una nuevo calendario de movilizaciones a partir de la próxima semana. "Las protestas se recrudecerán si no se abre el diálogo para negociar las demandas laborales y salariales", advierten desde el penal coruñés. Las medidas de presión pasarían por nuevos paros e incluso una huelga indefinida.

Para hoy ya está prevista ya una concentración de protesta en Valladolid desde las res de la tarde, coincidiendo con la celebración de la cumbre hispano-lusa, la a que acudirá el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y diez ministros, entre ellos el de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Los funcionarios de prisiones reclaman mayor seguridad en los penales, ya que se enfrentan a cada vez más agresiones, refuerzo de la plantilla y aumento salarial.