Las carreteras secundarias y las travesías son las vías donde menos se respetan las limitaciones de velocidad. No pisar el acelerador por encima de lo que marca la señalización evitaría uno de cada tres fallecidos en la red viaria gallega y si la rebaja en las convencionales es a 90 km/h en lugar de a los 100 km/h de límite máximo en la actualidad, la accidentalidad mortal caería en torno a un 10%. La asignatura pendiente de la legislatura pasada en materia, la reducción de velocidad a 90 km/h en la red convencional, quedará resuelta el próximo año. El 2 de enero entrará en vigor la nueva limitación, según las previsiones que maneja Interior.

Para tratar de frenar las negras estadísticas en las carreteras gallegas, que ya suman más de 90 fallecidos, un 26% más que en todo el año pasado, Tráfico someterá a control de los radares en lo que queda de año a más de 400.000 vehículos. Además pondrá en marcha seis campañas de seguridad vial específicas para Galicia.

Con el objetivo de que los conductores se olviden del teléfono cuando se ponen al volante, la DGT puso en marcha este mes en Galicia camiones camuflados para vigilar el uso del móvil, primera causa de los accidentes mortales en carretera durante los dos últimos años, por delante de la velocidad.