Galicia ganará más peso y proyección en el Corredor Atlántico ferroviario que enlaza toda la cornisa oeste de Europa y sus puertos. La Comisión de Transportes del Parlamento europeo ha aprobado la inclusión de la línea Vigo-Oporto, lo que, en última instancia, le abre la puerta a fondos de la UE, a partir de 2021, para financiar su modernización. Pero tan importante o más como acceder a recursos comunitarios para costear las inversiones, es el hecho de garantizar la visibilidad de esta línea para las grandes compañías logísticas que operan en Europa y de participar en una gestión coordinada del corredor para conseguir la máxima eficacia en el transporte de mercancías por ferrocarril.

La incorporación de la línea Vigo-Oporto (el trayecto A Coruña-Vigo ya estaba propuesto) se aprobó el pasado día 22, junto con la inclusión del eje Sagunto-Teruel-Zaragoza en el Corredor Mediterráneo, en la Comisión de Transportes de la Eurocámara a raíz de una enmienda presentada por el eurodiputado portugués Francisco Assis Carlos Zorrinho, pero el acuerdo lo desveló ayer el parlamentario de En Marea Antón Sánchez. "Es una noticia muy importante para las mejoras de comunicación de Galicia, una medida que defendimos desde En Marea y que la Xunta de Feijóo no reclamó en Europa, lo que refleja una dejadez por parte del Gobierno autónomo y de su presidente", lamentó el viceportavoz de En Marea.

Galicia, al igual que el todo el noroeste español, ha estado fuera del Corredor Atlántico hasta este pasado mes de junio, cuando la Comisión Europea aprobó la propuesta del Ministerio de Fomento -tras la presión empresarial y política por la discriminación del noroeste peninsular- para que el ramal ferroviario A Coruña-Vigo-Ourense-León formara parte de uno de los corredores transeuropeos que podrán optar a la mayor bolsa de ayudas comunitarias prevista en el sector del transporte. Se trata del Mecanismo Conectar Europa, para el que se destinan 30.600 millones a partir de 2021.

Pertenecer al Corredor Atlántico es una oportunidad de oro porque además de colocar a Galicia en el mapa europeo de transportes y mejorar sus posibilidades entre los grandes operadores logísticos, otorga la opción de financiar con fondos comunitarios la modernización de la línea ferroviaria interior de Galicia (cambio de trazado, electrificación, construcción de plataformas para el intercambio de mercancías) y conectarla con los puertos.

Pero no garantiza la concesión directa de las ayudas, porque el reparto se hace por concurrencia competitiva y solo se financian los proyectos más sólidamente presentados por los respectivos gobiernos. En esa ampliación no figuraba la línea Vigo-Oporto, que ahora sí se ha incluido, lo que le permite competir el igualdad de condiciones que el resto los corredores ferroviarios.

Sin embargo, los trámites aún no han terminado. La propuesta deberá ser ratificada en enero por el pleno del Parlamento Europeo y el Consejo, pero todo hacer pensar que no habrá cambios con respecto al documento aprobado en la Comisión de Transportes de la Eurocámara. Luego aún quedará por ver qué proyectos de modernización se presentan ante Bruselas, en competición, para aspirar a la financiación comunitaria.