La plaga de la polilla guatemalteca ( Tecia solarinova) obligó desde febrero del año pasado a prohibir la plantación de patatas durante por lo menos dos años en una treintena de concellos gallegos en los que se detectó este insecto: una quincena en las comarcas coruñesas de Ferrolterra , Eume , Ortegal, otro s 18 ayuntamientos en la Mariña lucense y desde marzo también en Muxía. Auditores de la Unión Europea (UE) visitaron entre el 11 y el 21 de sept iembre las zonas afectadas para comprobar in situ hasta qué punto están vigiladas las zonas infectadas. En la auditoría enviada a principios de este mes a la Dirección General de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea (CE) se recoge que los controles aplicados en Galicia por la Xunta y el Gobierno de Asturias -en el Principado hay 13 concejos afectados- son "eficaces" y permitirán la erradicación de la plaga en España.

Los inspectores destacan que la puesta en marcha de medidas "inmediatas" tras detectarse la presencia de la polilla permitió "una rápida reducción de su población". En este sentido, hacen referencia a "una buena organización de los controles fitosanitarios". En Galicia, el Gobierno gallego duplicó el número de trampas de feromona con las que atrapar a ejemplares adultos de polilla. En la actualidad hay más de 1.100 en fincas y almacenes de toda la comunidad, en las que el número de capturas se redujo en un 40% desde 2016.

Tanto Galicia como Asturias aplican su plan de control en base al decreto del Ministerio de Agricultura, que entre otras medidas vetaba la plantación de tubérculos en las zonas afectadas durante al menos dos años. La norma estatal también restringe el movimiento de patatas y exige medidas de protección en los almacenes. Además, en una franja de cinco kilómetros alrededor de los ayuntamientos infectados se fijó una zona tampón donde los agricultores deben comunicar cada año tras la siembra la extensión de las parcelas cultivadas y aplicar un tratamiento fitosanitario, mientras que los comercializadores deben instalar mallas y trampas en los almacenes. Tal y como recoge el texto, se establece "la prohibición de plantar patatas en áreas infectadas, las restricciones para su transporte y la aplicación de tratamientos permitieron frenar su propagación".

La auditoría de la UE hace referencia también a las campañas publicitarias sobre la plaga que, según su criterio, "deberían asegurar un conocimiento de la plaga" y, por tanto, que ante "cualquier sospecha de un nuevo brote" los ciudadanos sean conscientes de la gravedad del problema para comunicarlo.

Ante la incertidumbre de los primeros meses desde la aprobación del decreto estatal, técnicos de la Xunta llevaron a cabo varias charlas informativas, sobre todo en las zonas afectadas, sobre las medidas que se debían llevar a cabo antes de que el personal autorizado comenzase a retirar para su destrucción las patatas infectadas plantadas, de simiente o guardadas en almacenes. Los auditores de la UE constataron que el programa integral para la Tecia Solanivora permitió fijar de forma "fiable" la distribución de la plaga en Galicia y Asturias constatando que la ausencia del insecto en el resto de España, salvo en Canarias donde luchan contra esta plaga desde 1999. Así, según consta en el documento "las áreas infectadas fueron delimitadas correctamente" para asegurarse que las patatas producidas fuera de esa extensión no estaban en riesgo. Además, se confirmó -señalan- "la ausencia de las principales zonas productoras de patata de consumo", como es el caso de la producción amparada por la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Pataca de Galicia en Coristanco y A Limia.