La velocidad ha dejado de ser el principal motivo de la accidentalidad en carretera. Desde 2016, los despistes están detrás de casi el 40% de los siniestros mortales ocurridos en la red viaria gallega, la mayoría por utilizar el móvil. Contestar o hacer una llamada mientras se conduce, enviar un whatsApp, encender un cigarro, sintonizar la radio, teclear el destino en el GPS tienen consecuencias nefastas ya que una distracción se traduce en una distancia recorrida a ciegas de entre 100 y casi 700 metros. Pese a las continuas campañas de control sobre el uso del teléfono y el anuncio el endurecimiento de las sanciones equiparando este comportamiento al consumo de alcohol o drogas, con la retirada de seis puntos del permiso frente a los tres actuales, son todavía muchos los conductores que se resisten a dejar el móvil en la cazadora o el bolso. En lo que va de año, el uso del teléfono mientras se conduce ha dejado ya un total de 6.820 multas -una media de 50 cada día-. El número de infractores interceptados roza ya los 4.700 en solo once meses, lo que supone que más de un conductor acumula dos o más sanciones por hablar por el móvil o mandar algún mensaje de texto.

Desde la entrada en vigor del carné por puntos en verano de 2006, el uso del teléfono móvil al volante dejó un reguero de más de 133.000 sanciones en Galicia, según datos facilitados por la Jefatura de Tráfico de A Coruña desde donde se coordinan los centros territoriales de toda la comunidad. Al pago de 200 euros y a la retirada de tres puntos del permiso se enfrentaron por esta conducta en estos más de 12 años un total de 107.200 automovilistas en la comunidad. Los puntos detraídos por esta infracción en las carreteras gallegas ronda ya los 400.000, casi el 10% de los créditos perdidos desde que entró en vigor el sistema por puntos.

Castigos más duros

Para tratar de frenar la sangría que provocan los despistes en carretera, la Ley de Tráfico, cuya entrada en vigor está prevista para el próximo año, castigará con la retirada de 6 puntos el uso del móvil durante la conducción, los mismos créditos que supone ponerse al volante con presencia de drogas en el organismo, superando la tasa máxima de alcohol permitida, conducir de forma temeraria, circular en sentido contrario al establecido, participar en carreras o competiciones no autorizadas o utilizar mecanismos de detección de radares.

Pero el endurecimiento de los castigos por parte de la DGT a quienes se resistan a separar conducción y móvil va más allá. El departamento que dirige Pere Navarro se propone que los conductores causantes de un siniestro provocado por el uso del teléfono paguen de su bolsillo los daños patrimoniales ocasionados. La medida, que sido planteada por la consultora Pons Seguridad Vial, supondría una reducción de los fallecimientos en carretera de entre el 30 y el 40%.

El sistema por puntos dejó en lo que va de año en Galicia cerca de 89.000 sanciones y más de 35.000 infractores. Y desde que se puso el marcha el modelo de detracción de créditos del permiso por infracciones en carretera en verano de 2006, fueron multados más de 794.000 automovilistas en la comunidad gallega que derivaron en la apertura de casi 1,4 millones de expedientes sancionadores. Y los puntos detraídos en estos 12 años superan los 2,4 millones.

Por provincias, A Coruña y Pontevedra concentran el 85% de los conductores sancionados en Galicia con retirada de algún punto del permiso. Por infracciones cometidas en las carreteras coruñesas fueron multados desde julio de 2006 más de 364.000 automovilistas (el 46% de los denunciados en toda Galicia). Y en Pontevedra, los infractores que perdieron algún crédito del carné superan los 311.000 (el 39,2% del conjunto de la comunidad). El volumen de sancionados en Lugo y Ourense se queda muy por debajo de los expedientados en las provincias atlánticas, con más de 119.000 y casi 91.000, respectivamente.