Salvo treguas puntuales, la lluvia y el viento han sido protagonistas en noviembre con varios temporales y diciembre también ha arrancado pasado por agua. De hecho, la provincia de A Coruña estuvo ayer en alerta amarilla por fuertes lluvias y viento de forma que se alcanzaron rachas máximas de 88 kilómetros por hora en la localidad coruñesa de Lousame, donde también se registraron los datos más elevados de precipitaciones acumuladas, con 73,6 litros por metro cuadrado. En cuanto a las lluvias, después de Lousame destacan los valores en Cuntis (Pontevedra) con 72,7 litros y los 64,6 en el concello coruñés de Boiro. En la ciudad coruñesa las precipitaciones rondaron los 24 litros, con mayor intensidad durante la madrugada.

El viento también sopló con fuerza en el litoral gallego. Además de en Lousame, se superaron los 80 km/h en la localidad pontevedresa de Cuntis, en Viveiro (Lugo) y en Cedeira (A Coruña).

La situación mejorará hoy y Galicia quedará en una zona de transición entre el anticiclón al sur de la Península y las bajas presiones situadas al suroeste de Irlanda. La jornada empezará con intervalos de nubes y niebla por la mañana y a medida que avance el día aumentará la nubosidad pero las probabilidades de lluvia serán bajas.

La tregua durará solo una jornada porque mañana la comunidad estará de nuevo bajo la influencia de las altas presiones y una borrasca, aunque poco activa, llegará por el Atlántico. Este frente dejará un día de cielos cubiertos con lluvias débiles en las provincias de A Coruña y Pontevedra, mientras que en el interior no se esperan precipitaciones. Las temperaturas bajarán una media de tres grados pero aún así se mantendrán en valores agradables con máximas de 16 grados en la mayor parte de la geografía gallega e incluso se pueden alcanzar los 20 grados en la urbe ourensana.