El nuevo tarifazo que prepara Audasa para enero y que subirá un 3,47% los peajes de la autopista apenas dos meses después de encarecerlos otro 2% asestará un duro golpe a la competitividad de la AP-9. El elevado coste de los gravámenes, el alza del precio del combustible y la falta de una política tarifaria efectiva lastran el atractivo de la principal carretera que vertebra Galicia. El desembolso que exige subirse al coche y conducir por la AP-9 entre A Coruña, Santiago, Ferrol, Vigo o Pontevedra es ya muy superior al que supone el mismo trayecto a bordo de un tren o bus. Una vez se aplique el nuevo alza de peajes, la diferencia de coste entre la Autopista del Atlántico y los servicios de Renfe será el doble si el viaje es además de ida y vuelta.

Los descuentos que aplica la operadora ferroviaria cuando se compran a la vez ambos billetes provocan que el Eje Atlántico llegue a costar menos de la mitad que circular por la AP-9. A la espera de que la concesionaria concrete el redondeo que aplicará, un viaje entre A Coruña y Vigo pasará a costar a partir de enero 16,39 euros en peajes y una media de 13,22 en combustible. En total: 29,61 euros. El tren cuesta bastante menos: 18,10.

Una diferencia de precios que se agrava cuando se comparan los tiempos de una u otra opción. Desde la modernización del Eje Atlántico, que se estrenó en abril de 2015, Renfe opera ferrocarriles que se demoran 80 minutos en cubrir la distancia A Coruña-Vigo, menos incluso de lo que se tarda por término medio en coche (100 minutos). El tren ofrece además la ventaja de que permite trabajar durante el trayecto, evita al viajero buscar aparcamiento cuando llega a su destino y, tanto en A Coruña como en Vigo, lo deja en pleno centro de la ciudad.

Cuando el usuario compra de forma conjunta el pasaje de ida y el de vuelta con Renfe la ventaja del tren es mayor. El descuento que la operadora ofrece a sus clientes les permite hacerse con ambos billetes por 29 euros, la mitad de los 59 a los que ascenderá en 2019 la factura -entre peajes y combustible- de circular por la autopista. Si el pasajero no tiene prisa y no le importa hacer una escala en Santiago puede realizar la ida y vuelta por menos de 20 euros, con lo que el coste del ferrocarril sería tres veces más barato que el de la AP-9.