Tras los continuos tijeretazos de las administraciones al gasto en edificaciones e infraestructuras civiles, Galicia mantiene el ritmo inversor en obra pública iniciado en 2014. El bocado que mete la comunidad a la tarta de concursos de Estado, Xunta, diputaciones y concellos supera ya los 935 millones de euros, según el balance de la Federación Gallega de la Construcción de los diez primeros meses del año. Una inyección de fondos públicos para levantar nuevas obras, contratar servicios o invertir en el mantenimiento de infraestructuras deterioradas en las que no se pudo invertir durante la crisis que duplica las partidas reservadas para este capítulo por el sector público durante el mismo periodo de 2017 -entonces fueron 422,8 millones-.

En el conjunto del Estado, Galicia copa el 7% de toda la obra pública licitada entre enero y octubre -las 17 comunidades se dejaron en obra pública en lo que va de año más de 13.000 millones-. Los proyectos sacados a concurso por el sector público en Galicia en estos diez meses dejaron un volumen de licitación diaria de más de 3 millones de euros frente a los 2,5 millones de la media nacional. O lo que es lo mismo, las distintas administraciones gastaron en obra pública en la comunidad gallega un 20% más que el resto de autonomías, invirtiendo así la tendencia de los últimos años en los que Galicia se quedaba por debajo del volumen inversor de la media nacional.

La mejora de la economía, la nueva Ley de Contratos y la proximidad de las elecciones municipales llevarán al sector de la construcción en Galicia a cerrar 2018 como el mejor del último lustro, con una inversión por encima de los 1.000 millones. Aunque este trozo del pastel de obra pública esta alejado de las cifras alcanzadas antes del estallido de la crisis: entonces se rondaron los 3.000 millones de euros y fue a partir de 2010 cuando la licitación en la comunidad cayó por debajo de los 2.000 millones y desde 2014 no se superó la barrera de los 1.000.

Expectativas

"Los indicadores [para los próximos años] son buenos. Las administraciones han recuperado cierto pulso inversor, en especial los concellos que durante la crisis han realizado un saneamiento de sus cuentas", destacan desde la Federación Gallega de la Construcción.

Aunque el factor determinante en el repunte de obra pública en Galicia durante los diez primeros meses del año es la mejora de la situación económica, que ha permitido a las distintas administraciones inyectar más fondos a sus presupuestos, el sector de la construcción experimenta un notable tirón cada vez que se acerca una cita con las urnas. Y a la vuelta de la esquina están las elecciones municipales, convocadas para el próximo mes de mayo.

Los concellos son junto con el Gobierno central la administración que más incrementó en lo que va de año las partidas para nuevas obras y servicios e inversiones en mantenimiento. En el caso de los ayuntamientos la licitación de obra pública en estos primeros diez meses del año se duplicó, al pasar de los 143,11 millones del año pasado a los más de 287 de este ejercicio. "Las corporaciones locales se han saneado bastante, disponen de mejores presupuestos y en año preelectoral concellos y diputaciones quieren cumplir con su programa y ejecutar los compromisos adquiridos", detallan desde el sector de la construcción.

Por su parte, Xunta y Estado tuvieron que meter grandes tijeretazos durante la crisis a inversión en obra pública, pero con la mejora de la economía los presupuestos incluyen cada vez más partidas para este capítulo, un volumen importante destinado, según detallan los constructores, a conservación y mantenimiento.

A la cabeza inversora, se colocan los contratos del Estado en la comunidad, que se multiplicaron un 400% -cerca de 361 millones entre enero y octubre de este año frente a los 71,9 del mismo periodo de 2017. Una cifra que sin embargo está muy lejos de los más de 1.500 o 1.300 millones que se dejó el Gobierno central en obras en Galicia en los años 2009 y 2008, en plena licitación del AVE a Madrid.

El Ejecutivo gallego, por su parte, ya sacó a concursos obras por más de 185 millones de euros, un 34,5% más que hace un año. Casi cuatro de cada diez euros de la obra pública en Galicia proceden de las arcas del Estado. En los años en los que el AVE era la infraestructura estrella en los contratos de las constructoras, el Gobierno central copaba ocho de cada diez euros invertidos en obra pública en la comunidad. Los concellos están en el segundo puesto de la lista, con una participación en el total licitado durante este año de casi el 31%, seguidos por la Xunta (casi un 20%), y finalmente las diputaciones (7,2%) y las universidades (3,7%).