El Plan Estratégico 2019-2022 incluye un análisis de las fortalezas y las debilidades del Consello Contas y, las propuestas para corregir los aspectos más negativos de un órgano que echó a andar en el año 1991, seis años después de que fuera creado por ley. Entre las debilidades sobre el funcionamiento interno de Contas, el informe señala la falta de manuales de fiscalización actualizados, por lo que se marca el objetivo en el próximo cuatrienio de elaborar una guía puesta al día "para dotar de la máxima calidad los trabajos de fiscalización". Se identifican otros aspectos negativos, como el escaso desarrollo de la administración electrónica o el bajo nivel tecnológico de la institución. También se apuntan amenazas externas -que no dependen del Consello de Contas-, como una norma de rendición de cuentas con plazos alejados respecto de los actos de gestión objeto de control o el "descrédito de las instituciones públicas". Pero tiene sus fortalezas, como la calificación de sus empleados, los "los conocimientos que atesora el Consello de Contas sobre el sector público gallego" o el "prestigio" que ha adquirido ante la sociedad gallega y el Parlamento autonómico.

Desde 2016, Contas ha asumido funciones para prevenir la corrupción, con lo que está en una fase incipiente en esta actividad. Como objetivos en esta materia, el órgano fiscalizador plantea a las instituciones interesadas, medidas para implantar en las administraciones sistemas de control interno y prevención de la corrupción.