El director del Laboratorio de Interoperabilidad Ferroviaria del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex), Jorge Iglesias, declaró ayer que "con 80 muertos encima de la mesa es obvio que había un agujero de seguridad" en la línea de alta velocidad de Ourense a Santiago, donde un tren Alvia descarriló en julio de 2013 a la altura del barrio de Angrois.

"Querría vivir en un país que fuese más transparente", señaló este cargo, que depende del Ministerio de Fomento, en la comisión de investigación del siniestro en el Congreso, después de subrayar que no puede "soportar que venga todo el mundo aquí y diga estaba todo bien". Su intervención se produce después de que remitiese una carta a la comisión, lo que motivó la petición de carácter urgente por parte de En Marea. Iglesias desmontó en esa carta una tesis de Adif sobre la curva de A Grandeira al desmentir que las reglas de ingeniería de Adif obligasen a la retirada del sistema de control de la velocidad ERTMS del tramo que abarca el barrio compostelano de Angrois.

Hasta el momento, esa ha sido una teoría de la empresa pública para justificar que el cambio de proyecto implicase la supresión del ERTMS de los últimos kilómetros de la línea Ourense-Santiago, donde se produjo el siniestro.

"La circulación bajo un sistema que no supervisa la velocidad del tren" fue "la causa" del descarrilamiento. Consciente de que "esto (su declaración de ayer) (le) traerá consecuencias" —su puesto es de libre designación—, Iglesias, que se refirió a los miedos a hablar en el sector, destacó también que todo el mundo se equivoca "pero no se puede tratar de esconder el motivo principal del accidente", en referencia a las conclusiones de la CIAF (comisión de investigación de accidentes ferroviarios), que "no menciona el ERTMS". Y es que, según su tesis, "la circulación bajo un sistema que no supervisa la velocidad del tren", el ERTMS, fue "la causa fundamental" del descarrilamiento.

Este sistema fue retirado de los últimos kilómetros de la vía por Adif, empresa a la que Jorge Iglesias atribuyó "un dogma" en varias ocasiones. "El ASFA es seguro hasta 200. Punto. Y no se es consciente de que se está bajando un millón de veces el nivel de seguridad. Tenemos que hacérnoslo mirar y cambiar hacia el futuro", finalizó.

Ayer, también compareció en el Congreso la directora de Seguridad de Adif, Esther Mateo, que antes había sido perito de parte de la empresa en la causa judicial y que aseguró que se cumplió con la normativa de seguridad. Mateo volvió centrar su intervención en que Adif cumplió con las normas de puesta en servicio de la línea y evitó pronunciarse sobre hechos posteriores relacionados con la seguridad al argumentar que no los analizó en su peritaje.