E1 Servizo de Busca e Rescate en el mar de la Xunta estaba a punto de cumplir sus primeros tres años de vida cuando la Dirección General de la Marina Mercante, a través de la Sociedad de Salvamento Marítimo (Sasemar), ponía en marcha un servicio hoy en día modélico cuyo objetivo era entonces (y hoy se ha convertido en hechos) proteger la mar, proteger la vida en la mar. Este mes se cumplió el primer cuarto de siglo de la existencia de Sasemar, que ha ido evolucionando para corregir defectos iniciales, modificar sus estructuras y adecuarlas a las necesidades de un medio cambiante como el marino.

Hoy en día la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima está integrada por 20 centros de coordinación de salvamento (el que coordina todos ellos está ubicado en Madrid) y, en la Comunidad gallega, el más socorrido es el Centro Zonal de Salvamento Marítimo de Fisterra, ubicado en Monte Enxa, Porto do Son, que controla y coordina todas las acciones y rescates del noroeste peninsular. Centros locales de coordinación de salvamento como los de A Coruña, Vigo y Ferrol, además de la red de emergencias con base en la mayor parte de los puertos, contribuyen a la seguridad de las costas gallegas con la colaboración del Servizo de Gardacostas de la Xunta, Cruz Roja del Mar y, en caso de necesidad, el servicio marítimo de la Guardia Civil, Vigilancia Aduanera y la propia Armada española.

La base estratégica de Fene almacena y mantiene el material de salvamento y lucha contra la contaminación, preparado para acudir al lugar de la emergencia.

Para hacer efectivo el objetivo fundamental de Sasemar, que no es otro que el salvamento de la vida humana en la mar, la prevención y lucha contra la contaminación del medio marino, el seguimiento y ayuda al tráfico marítimo y la navegación, remolque y asistencia a buques, Salvamento Marítimo se ha dotado de una flota de 73 unidades de distinto tipo y porte, 11 helicópteros y 3 aviones para localización de náufragos y embarcaciones y detección de vertidos en la mar. Algunas de estas unidades han intervenido en accidentes tan presentes en la memoria como los de los petroleros Mar Egeo o Prestige, además de en el rescate de tripulantes de buen número de embarcaciones hundidas, embarrancadas o varadas en la costa gallega.

Siempre contaron con la inestimable colaboración de las desaparecidas radios costeras y los oficiales radio de que estaban dotadas.

Un cuarto de siglo que, si bien no nos ha hecho olvidar los peligros de la mar, sí han minorado estos al menos en sus efectos. Aunque solo sea por esto, cabe la felicitación y el ánimo para todos y cada uno de los que han logrado, incluso con el riesgo de la vida propia, que navegar sea más seguro.