El pulpo lleva dos campañas irregulares en cuanto a las capturas, lo que ha llevado que su precio medio creciese en 2018 exactamente dos euros de media el kilo. Esto provocó que, pese a que las descargas bajaron más de un 11% (1.798 toneladas) las ventas crecieron un 11,1% (17,6 millones).

Peor fue en el caso de la nécora y la centolla. Las lonjas facturaron 1,7 millones (casi un 25% menos) en el primer caso al venderse tan solo 100 toneladas (50 menos que el año pasado). En lo que respeta a la centolla, el aumento en las descargas (470 toneladas) no se trasladó a las ventas al caer el precio medio (de 9,45 euros el kilo a 8,32), lo que dejó 3,9 millones (un 9,1% menos).

En lo que respeta al marisqueo, solo la almeja japónica creció en ventas, alcanzando los 29 millones.