El envejecimiento en Galicia no tiene freno. En el primer semestre de este de este año el saldo vegetativo gallego cayó en 9.135 personas -frente a 7.908 del ejercicio anterior- debido a los 8.312 nacimientos frente a las 17.447 muertes registradas en la comunidad. Esta tendencia en números rojos perpetúa la crisis demográfica en la que lleva instalada Galicia desde hace ya casi 80 años, según los datos del movimiento de la población recién publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En este contexto, las familias numerosas viven en una situación de excepcionalidad: a lo largo de este año se registraron 259 nuevas unidades familiares de este tipo en Galicia, lo que supone un 1,08% más que en el ejercicio anterior y un 24,03% más respecto al inicio de la crisis. Es decir, 4.668 nuevas inscripciones desde 2009, según los datos de la Asociación Galega de Familias Numerosas (Agafan).

Aunque el número de inscritos como familia numerosa en 2018 es positivo dista de las cifras alcanzadas en los dos ejercicios anteriores: 1.236 en 2017 y casi 2.200 en 2016. Pero el repunte alcanzado en estos dos años se debe a "las deducciones en el IRPF aprobadas en 2015 para este tipo de familias", lo que provocó la actualización del título por parte de familias que lo tenían caducado o no lo habían solicitado, por lo que la diferencia entre los últimos años y este es "normal, se ha estabilizado de nuevo", tal y como explican desde Agafan.

El declive demográfico es cada vez mayor en Galicia. Hace diez años nacían en un semestre 11.434 niños; hace siete décadas, había cuatro veces más nacimientos que en la actualidad. De mantenerse las tendencias demográficas actuales, la comunidad perderá casi 139.000 habitantes en los próximos 15 años, lo que equivale a la pérdida de toda la población de Oleiros, Arteixo, Culleredo y Cambre. Esto haría retroceder el padrón a niveles de 1970, año en el que Galicia tenía 2.583.674 habitantes.

Si se cumple la proyección realizada por el INE, en 2033 habrá 2.561.200 habitantes. Esta caída del censo se deberá, principalmente, a tres factores: disminución de los nacimientos, aumento de las defunciones y caída de la inmigración. Todo ello desemboca en la inexistencia de un recambio generacional y la población gallega será cada vez más mayor. La edad de la maternidad se mantendrá en los 33 y 34 años pero habrá más a partir de los 40 años, debido principalmente a la falta de estabilidad económica y laboral de las parejas y al cambio de estilo de vida, más independiente. El censo que maneja la Asociación Galega de Familias Numerosas en base a los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) alcanza las 24.092 unidades familiares con tres o más hijos, que engloban a 118.035 personas, el 4,37% del padrón.

Por provincias, A Coruña y Pontevedra son las únicas que superan ese 4,37% de media gallega al representar las familias numerosas un 4,39% y 4,98% de la población respectivamente. También en términos absolutos lideran la tabla la provincia coruñesa con 9.835 familias con tres o más integrantes, y la pontevedresa, con 9.854. Entre ambas suman 19.689, el 81,7% del total en Galicia. En las provincias del interior de la comunidad gallega, el problema de la despoblación es mayor, al igual que el índice de envejecimiento entre sus habitantes. En esa zona solo residen 4.403 familias de este tipo: 2.228 en la provincia de Lugo y 2.175 en la de Ourense, es decir, el 18,27% del total.

En cuanto a la evolución de las familias numerosas gallegas, el año pasado el número de títulos registrados por Agafan creció un 5,8% en A Coruña con 535 casos nuevos, mientras que en Pontevedra se sumaron 439, lo que supone un aumento del 4,67%. En Lugo la subida fue de un 6,19% con 129 familias numerosas más y en Ourense el repunte se quedó en un 6,64% con 133. Respecto a 2009 el incremento ronda el 22,5% en A Coruña, con 1.807 familias más. En Pontevedra el aumento fue del 24,9%, con 1967 inscripciones nuevas, frente al 21,94% de Lugo -401 nuevas familias numerosas- y el 29,3% de Ourense, con 493 inscripciones.

Ninguna de las cuatro provincias gallegas se librará del invierno demográfico. Las dos que más lo acusarán en número serán A Coruña y Pontevedra. La primera perderá el 4,2% de sus habitantes (48.114 personas) y Pontevedra cederá 37.458 vecinos, el 3,9%. El recorte de población será más leve en Ourense y Lugo, aunque el porcentaje de caída será mayor: 8% y 8,4% respectivamente. Ambas provincias perderán algo más de 26.000 habitantes.