Saltarse los límites de velocidad es la infracción más habitual entre los conductores, sobre todo en las carreteras convencionales. La relajación al volante en los últimos años, con más de doce años de aplicación del carné por puntos, provocó un repunte de las sanciones por pisar más de la cuenta, en especial en la red secundaria. En Galicia, este tipo de vías concentran más del 90% de los accidentes de tráfico mortales, casi 15 puntos por encima de la media nacional. Con el objetivo de frenar las negras estadísticas en el asfalto, que en la comunidad gallega volvieron a superar el año pasado la barrera de los 100 fallecidos con un repunte de casi el 40%, Tráfico aumentó en 2018 los controles de velocidad con nuevos equipos y a finales de este mes rebajará de 100 a 90 kilómetros por hora el límite genérico en las carreteras secundarias.

Los aparatos estrella de vigilancia el año pasado los llamados Velolaser, unos radares portátiles de tamaño mini que funcionan de manera inalámbrica y que pueden colocarse en los guardarraíles e incluso acoplarse a las patrullas policiales y ser transportados a cualquier tramo de carretera en las nuevas motos de la Guardia Civil de Tráfico. Desde el pasado mes de abril ya están operativos en las carreteras gallegas. Seis nuevos mini radares que recorren a diario los puntos más conflictivos de la comunidad gallega. Nueve meses después de su despliegue en la re viaria de la comunidad, usuarios de la red social para conductores SocialDrive han detectado 108 localizaciones frecuentes en Galicia, casi la mitad (46%) de todos los identificados en el conjunto del país -un total de 233-, según el mapa publicado por la revista de coches online Autobild.

Provincias

Por provincias, A Coruña concentra el grueso de los tramos vigilados por los nuevos cinemómetros portátiles, con un total de 72 ubicaciones frecuentes -casi el 70% de toda la comunidad y el 30% del conjunto del país-. De hecho las carreteras coruñesas lideran el ranking nacional en puntos sometidos a control de los Velolaser, seguidos por los tramos vigilados por estos aparatos en León (20 localizaciones habituales-. Pontevedra ocupa el tercer puesto a nivel nacional, con 19 puntos en el punto de mira de los nuevos mini radares portátiles. Y, finalmente, cierran la tabla gallega Ourense y Lugo, con 9 y 8 ubicaciones frecuentes en las hojas de vigilancia de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

En la lista de los 72 puntos identificados en la provincia de A Coruña, destacan la A-6 Lugo-Arteixo, a la altura de la salida de Teixeiro; la Tercera Ronda a Marineda, la AC-52 debajo del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña en sentido O Burgo; la N-VI en la salida de A Coruña al empezar el puente del Pasaje; la N-VI en Perillo, la AP-9 en la salida 7 de O Temple-O Burgo y en Oleiros en la carretera Meirás-Dorneda. Otros puntos de Ferrol, Fene Coirós, Ponteceso, Betanzos, Pontedeume, Miño, Santiago o Padrón, entre otros, también están entre los más vigilados por los nuevos cinemómetros.

En las carreteras de Pontevedra, la ciudad del Lérez concentra el grueso de los controles con los mini radares portátiles -entre ellos la subida al hospital Montecelo; la avenida de Lugo y la avenida de Buenos Aires, en el puente de la autopista en Mollabao dirección Marín y el paseo del río Lérez, entre otras ubicaciones-. También figura en la lista de puntos bajo la vigilancia de las patrullas de Tráfico con los Velolaser la A-52 en el km 296 dirección Ourense, la AG-41 antes de la salida de Ribadumia hacia Sanxenxo, la plaza de Galicia en Vilagarcía o la A-55 en el kilómetro 29-30 en Tui.

Entre las 9 localizaciones más frecuentes de la provincia de Ourense destacan la carreteara de Cenanova a Ourense, la OU-801 en Cortegada y en Condado-Padrenda o la N-120 justo después de la salida para la A-52.

Y entre los ocho puntos calientes de las carreteras lucences están la LU-530 en A Fonsagrada, la N-VI a la altura de Outeiro de Rei, la A-6 en la salida de Nadela dirección Madrid o la N-541 a 7 kilómetros de Vilalba.