La focalización de la inversión estatal en Galicia en la conexión de alta velocidad ferroviaria (AVE) con Madrid ha provocado que, a medida que se acerca el final de las obras, el desembolso del Gobierno en la comunidad descienda paulatinamente. El último cronograma oficial de una infraestructura de 4.400 millones sitúa la conclusión del trazado a finales de este ejercicio y la puesta en marcha del servicio en 2020, once años después de la primera fecha prometida. En ese contexto, el Ejecutivo socialista, de momento sin apoyos parlamentarios suficientes a sus presupuestos, prevé un gasto en esa infraestructura de 471 millones este año, 192 y un 29% menos que en 2018.

El pasado otoño concluyó la perforación del último túnel de los 40 que incluye el trazado y ahora restan por finalizar algunos viaductos y el interior de los túneles, así como instalar la plataforma y los cambiadores de ancho de vía. Eso sí, sin contar con los 17 kilómetros de la variante de Taboadela, el nuevo acceso a Ourense cuya construcción se pospuso y la Xunta situaba el año pasado en 2024. Cuando el AVE comience a operar, usará el trazado actual.

El gasto del Gobierno central en el ferrocarril gallego sumará 355 millones de euros, de los que 294,5 irán a parar al AVE. La conexión con la Meseta recibirá 246,6 en el tramo Ourense-Lubián y el Eje Atlántico, 29,6: 27,8 millones en la provincia de A Coruña y 1,3 en Pontevedra. A esas cifras se suman 18 millones para la citada variante de Taboadela. Prevé 62 el año próximo y 267 en 2021. Para Lugo no hay ninguna inversión prevista por Adif Alta Velocidad, si bien la entidad pública empresarial Adif, de acuerdo con el proyecto, dedicará 13,96 millones en esta provincia para renovación y variantes en la línea Monforte-Lugo (8,82 millones) y para la electrificación de la misma (5,14 millones), con el objetivo de modernizar la conexión entre la ciudad de la Muralla y Ourense.

Por su parte, la línea de Feve que conecta la localidad asturiana de Vegadeo con Ferrol percibe 10,7 millones en la provincia de A Coruña, pero cero en la de Lugo.

La memoria de las cuentas elaboradas por el Ejecutivo de Sánchez recoge que "está previsto continuar con los estudios de las actuaciones que permitirán el traslado de los beneficios de la línea de alta velocidad Madrid-Galicia en las conexiones con Lugo". Al respecto, prevé 235.620 euros.

En cuanto al Eje Atlántico, señala que durante 2019 se iniciarán "los estudios del baipás de Betanzos con el objetivo de reducir los tiempos de viaje entre A Coruña y Ferrol" y el proyecto contempla 200.000 euros.

Los presupuestos del socialista Pedro Sánchez reservan apenas 500.000 euros para la variante de Cerdedo, que permitiría a Vigo conectarse con la Meseta sin depender de Santiago. El estudio hidrogeológico sobre la línea no finalizará antes de 2021, momento en que se decidirá si se acomete una obra en stand by durante los últimos 15 años.

Al gasto al AVE a Madrid inyectado en Ourense hay que añadir la inversión en la línea que se acometerá en Castilla y León, que alcanza los 224,4, millones, de los que 221,5 corresponden a Zamora y al tramo Olmedo-Lubián-Ourense.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) prevé la renovación del ramal Monforte-León y León-A Coruña, donde se invertirá 1,2 millones de euros.

Los presupuestos constituyen una guía económica de la actuación de la administración, cuyo margen de maniobra es limitado debido al peso de las pensiones y los sueldos de los empleados públicos sobre el total de sus fondos. Sin embargo, más importante que la estimación del gasto resulta el desembolso real. Los años 2016 y 2017 son paradigmáticos, pues la ejecución de la inversión en el AVE Galicia-Madrid no alcanzó siquiera el 14%. Entonces, el Gobierno del PP achacó esa situación al bloqueo político que lo mantuvo en funciones todo 2016, limitando su capacidad para acometer nuevos desembolsos y para resolver la paralización de 17 tramos del trazado por parte de las adjudicatarias, que reclamaban más dinero.

En abril de 2017 se reactivaron las palas en esos puntos, pero las cuentas estatales se aprobaron en junio, restando tiempo para poder gastar todos los fondos asignados.

El año pasado también se aprobaron en junio, pero aun así en el primer semestre el entonces Gobierno del PP ejecutó 123 de los 461 millones previstos para el AVE a Madrid: un 27% de ejecución que fue el más alto en tres años en ese período.

La tendencia no se mantuvo. La ejecución de toda la inversión del Ministerio de Fomento solo rozó el 55% al cierre del año, según su anuario: 489 millones de 898 presupuestados. A finales de junio, la moción de censura supuso el relevo del PP por el PSOE al frente del Ejecutivo. Cuanto más tarde este en lograr el aval parlamentario a sus cuentas, menos tiempo dispondrán para ejecutarlas. Si no lo consiguen, podrían seguir las actuales -heredadas del PP- y sobre ellas aplicar modificaciones.

La red de carreteras figura como segundo gran receptor de fondos en Galicia con 136,2 millones, de los que 25,2 son para la A-57 entre Vilaboa y A Ermida, la circunvalación de Pontevedra. Estas obras se incluyen en el presupuesto de Fomento, que pierde 43 millones respecto a 2018.

En cuando a Puertos del Estado, los 95,1 millones de euros de gasto benefician a A Coruña, que percibe 67,4 frente a los 27,7 de Pontevedra.

El proyecto de los presupuestos generales del Estado (PGE) que ha presentado el Gobierno del socialista Pedro Sánchez prevé una inversión en la provincia de Lugo de unos 71,22 millones de euros, lo que significa algo más del doble de los casi 33,8 de los que dispone el Consorcio de la Zona Franca de Vigo.

Por provincias, Ourense es la que percibe más inversiones en las cuentas del Ejecutivo de Sánchez: 269,65 millones del sector público empresarial y fundacional, que en buena parte responden al AVE, pese a la caída en la recta final de las obras; y 25,6 millones del sector público administrativo estatal con presupuesto limitativo.

A continuación se sitúa A Coruña, que recibe un total de 227,9 millones de euros, de ellos 172,8 procedentes de empresas públicas y demás organismos y 55,1 del sector público administrativo estatal.

Pontevedra se ubica en tercer lugar con sus 162,4 millones: 93,2 millones de las entidades públicas y 69,23 millones del sector público administrativo. Cierra la tabla Lugo, a la que corresponden 18,8 millones de las empresas públicas y fundaciones y 52,3 del sector administrativo del Estado.

En el apartado de inversiones reales (que suman 554,57 millones entre las cuatro provincias), destacan, al margen de las cuantías reservadas para la alta velocidad, partidas como los 28,3 millones para el puerto exterior de A Coruña y 27,64 para la accesibilidad ferroviaria al de Ferrol.

En esta provincia, la Sepi (sociedad estatal de participaciones industriales) consigna un total de 42,08 millones.