El presidente de Renfe en 2013, cuando descarriló el Alvia en Angrois, Julio Gómez-Pomar, explicó ayer en el Congreso que tiene la "opinión fundada" de que el tren no operaba como Alta Velocidad, aunque circulara por una línea de AVE "en construcción". La misma opción que ayer también defendió el exministro de Justicia Rafael Catalá.

"Desde mi punto de vista y mi conocimiento ferroviario la línea Madrid-Santiago era una línea de alta velocidad en construcción", explicó Pomar, quien matizó: "Una línea que está en proceso de ser de alta velocidad, pero que todavía no lo es". Pomar indicó que si bien la línea era de AVE, no lo era aún el tren, que operaba con dos sistemas de tensión diferentes, con gasóleo diésel y con un sistema de protección Asfa.

La portavoz de En Marea en el Congreso, Alexandra Fernández, incidió en si era una opinión suya o si se basaba en algún documento, tras mostrar algunos de 2013 en los que Renfe publicitaba la línea como de alta velocidad. Pomar contestó que era su "opinión fundada como persona que ha estado al frente de la entidad". Los exministros de Fomento José Blanco, durante el gobierno del PSOE, y Ana Pastor, en el gobierno del PP, cerrarán las comparecencias de la Comisión del Congreso.