Las grietas del autodenominado espacio de unidad popular se agrandan a cuatro meses de las elecciones municipales y europeas del 26 de mayo, fecha en la que también se celebrarán autonómicas en todas las comunidades salvo Galicia, País Vasco, Cataluña y Andalucía. Podemos escenifica su ruptura con En Marea tras las primarias en las que se impuso Luís Villares y rechaza aliarse con ella en los comicios europeos, decisión que situará a estos socios en el Parlamento gallego o las Cortes Generales como rivales. Este frente se une al que la formación de Pablo Iglesias ha abierto con su antigua mano derecha, Íñigo Errejón, por la creación de una nueva plataforma electoral en Madrid, y aboca a En Marea, que guarda silencio, a unirse a la candidatura impulsada por la valenciana Compromís.

A la crisis en Madrid, se añade un nuevo giro en la guerra abierta en Galicia después de las primarias de En Marea, paralizadas un mes por denuncias de irregularidades que se han cruzado entre los socios "fraternos" que la integran. Podemos niega legitimidad a la dirección de Luís Villares, al que acusa de pucherazo, y plasmará esa ruptura el 26 de mayo. "Con En Marea no hay nada que negociar", sentencian fuentes de la dirección morada gallega, descartando cualquier opción de compartir coalición en los comicios europeos. "Carece de legitimidad más allá del Parlamento gallego", añaden.

Además, cuentan con una baza que les permitiría alegar que ya cuentan con una voz gallega en su plan para llegar a la Eurocámara, primera institución en la que se sentó Podemos en 2014, si bien cuatro de sus cinco parlamentarios, entre ellos Pablo Iglesias, Pablo Echenique y Teresa Rodríguez, dimitieron para saltar a la política estatal y autonómica. Las primarias de Podemos para estos comicios situaron en el puesto número 6 a la gallega Carme Rodríguez, vinculada a Compostela Aberta, lo que le concede opciones de ser elegida, si bien la candidatura deberá ahora incluir a otros socios como Izquierda Unida o Barcelona En Comú.

Por su parte, la cúpula de En Marea evitó ayer responder al portazo de Podemos y concretar las alternativas que maneja, aunque Villares señaló a los primeros como prioridad hace días. "Buscaremos alianzas con aquellas fuerzas que compartan nuestra concepción plurinacional del Estado", expuso Ana Seijas, miembro de la coordinadora, quien reconoció que han abierto "diálogo" con otras formaciones, cuya identidad no concretó. La defensa de Galicia y las mayorías sociales y la "radicalidad democrática" son sus condiciones.

El rechazo de Podemos aboca a En Marea a explorar el proyecto liderado por los valencianos de Compromís, que quiere repetir fórmula con Chunta Aragonesista y Por Un Mundo Más Justo, añadiendo a Més per Mallorca, Nueva Canarias y En Marea, a la que ha tanteado, según Europa Press.

Compromís y En Marea ya se conocen, pues compartieron coalición con Podemos en las generales de 2015 y 2016, pero los primeros se integraron en el grupo mixto para ganar autonomía y los segundos, en el confederal liderado por Iglesias. En Marea decidirá candidatos a esa cita mediante primarias y someterá sus acuerdos electorales a una consulta a los inscritos, ambos procesos sin fecha. La eurodiputada de AGE -precursora de En Marea- Lidia Senra, quiere repetir como candidata, a pesar de la crisis que abrió hace algo más de un año al cuestionar la seguridad de las vacunas y romper con sus compañeros de IU en el grupo europarlamentario por no donar parte de salario.