España dejará el martes de ser uno de los pocos países con un límite de velocidad a 100 kilómetros por hora. Tras la rebaja a 90 km/h, solo se quedarán cinco países con la limitación más elevada para las carreteras secundarias: Rumania, Polonia, Irlanda, Alemania y Austria. Frente a estos, a 90 km/h como máximo están Bélgica, Croacia, Grecia, Italia o Portugal. Mientras que en Suiza, Noruega, Países Bajos, Malta, Francia, Finlandia o Dinamarca está fijado a 80 km/h.

Durante el anuncio de la reducción de la limitación en la red secundaria del país, el director de la DGT, Pero Navarro, no solo puso a Francia como ejemplo en limitaciones de velocidad, sino también en radares. Así detalló que el país galo cuenta con 4.000 radares en su red viaria y en Reino Unido, 7.200; mientras que España cuenta con más de 900 radares. "Miremos el comparativo de radares por habitante y veremos que hay que incrementarlos si queremos avanzar en seguridad vial", advertía entonces Navarro. Y es que el riesgo de morir en un choque frontal a 64 kilómetros por hora es del 19%, se eleva al 65% con el velocímetro a 80 km/h y a más de 95 km/h la probabilidad de un siniestro mortal supera el 90%. Y en una colisión a menos de 40 km/h, hay un 50% de posibilidades de resultar herido.