Es presidente de la patronal de León y de la Plataforma Atlántico Noroeste, pionera en el movimiento empresarial para demandar que el Noroeste español se incluya en el Corredor Atlántico de transporte de mercancías por tren, lo que da opción a fondos de la Unión Europea para modernizar una red ferroviaria obsoleta que no tiene conexión con los puertos. Empresarios, sindicatos y los presidentes de la Xunta, del Principado y de la Junta de Castilla y León celebran hoy en Santiago una cumbre para mantener viva esta reivindicación y que sirva como contrapunto al esfuerzo inversor que el Gobierno destina al impulso del Corredor Mediterráneo.

-Organizan una jornada para reivindicar la inclusión del Noroeste en el Corredor Atlántico, pero tal es la fase del proceso en la Unión Europea que es difícil que haya vuelta atrás.

-Creo que no la hay. Tras el esfuerzo que venimos haciendo tanto la Plataforma como los agentes sociales y el mundo político, creo que no hay vuelta atrás. Hemos cumplido un hito, pero no nos quedaremos pasivos. Tenemos que ir consiguiendo distintos objetivos en beneficio del desarrollo del Noroeste. La Plataforma nace como un movimiento reivindicativo, sobre todo para mover a al mundo político, que estaba un poco dormido, y tratamos de aunar fuerzas en esas reivindicaciones, sobre todo en el tema de las infraestructuras, bastante deficitarias. No queremos que en otras zonas de la geografía española se les dé más de lo aquí nos corresponde.

-¿Cómo se hará eso de no quedar pasivos?

-Nuestra idea principal es reivindicar, reivindicar y reivindicar todo lo que nos corresponde en infraestructuras con el apoyo del mundo político, o la clase política con nuestro apoyo, pero que nos vean a todos juntos y unidos reivindicando este primer paso y todo el largo camino que nos queda por delante.

-En la cumbre se presentará una estrategia común sobre el ferrocarril. Pero supongo que caen en la cuenta que hay comunidades de distinto signo político...

-Desde la Plataforma hemos intentado aunar a todos, sin importar el signo político, para luchar por el Noroeste de España, no que luchemos por un objetivo del PP o del PSOE. Creo que una de las fortalezas que tenemos que intentar desarrollar a través de la Plataforma es que todos tiremos del mismo carro y esto que se va a hacer en esta jornada va en esa línea.

-Esta reivindicación, en todo caso, se inició tardíamente, tras quedar el Noroeste descolgado. Algún motivo habría.

-Tiene toda la razón. Nosotros nos lanzamos porque veíamos que el Corredor Mediterráneo estaba tirando para adelante y los distintos gobiernos, el nacional y los autonómicos, estaban apostando por ello y creímos necesario apostar por esta zona. Y porque vemos la realidad, que es un problema de infraestructuras, de despoblación, de un PIB bastante bajo en relación con el que nos debía corresponder, con dispersión política donde cada uno tira de lo suyo. Hemos intentado aunar y coordinar, en la medida en que podemos, a todas las fuerzas para poder impulsar el desarrollo que nos corresponde.

-El destinatario de sus demandas no solo es la UE, sino el Gobierno central.

-Claro. Al final lo que hacemos es mentalizar, es decir, me da lo mismo que sea del PSOE, del PP, del gallego, del asturiano o del leonés, aquí lo que pretendemos es que todos juntos luchemos por un desarrollo económico del Noroeste.

-Una vez conseguida la inclusión del Noroeste en el Corredor Atlántico, para lo que falta solo la aprobación final, hay que presentar proyectos concretos de modernización del ferrocarril ante la UE para competir por los fondos. ¿Deberían estar ya preparados estos proyectos?

-Estamos a tiempo. Son proyectos que se están aún hilvanando, pero creo que son grandísimos proyectos empresariales, donde lo que necesitamos es un buen contacto con Bruselas, con la UE, para que nos los acepten y se puedan llevar a cabo. Y el Gobierno central y las comunidades autónomas nos tienen que echar una mano

-La red de mercancías ferroviarias está obsoleta y queda por delante la presentación de proyectos, la concurrencia a los fondos europeos, la concesión -si toca- de los recursos, las obras en sí?. ¿Se atreve a dar un horizonte sobre cuándo los puertos y empresas del Noroeste podrán colocar sus productos en Europa por el Corredor?

-Siendo optimista, en cinco, seis o siete años; siendo pesimista, quince años como mínimo. Es un proyecto que no se hace de la noche para la mañana.

-El horizonte optimista será muy difícil de cumplir, dado que la UE no empezaría a conceder los fondos hasta el año 2023.

-En el horizonte más realista, estamos pensando de 15 años para adelante. Pero al final lo que reivindicamos es que todos los fondos no vayan para otro lado. La Plataforma cuando nace, nace mirando también otro objetivo. ¿Cómo es posible que el Estado español esté dedicando los fondos que está dedicando al Corredor Mediterráneo, a la zona de Cataluña, y no los dedique aquí? Es lo que principalmente queremos. Si conseguimos que al final se vayan consiguiendo cosas, pues ahí estamos.

-Fomento ha sido invitado, pero no habrá representantes en la cumbre del lunes en Santiago.

-Porque al final se está haciendo la jornada desde un punto de vista muy político. La intervención final es de los tres presidentes autonómicos. Al final esto es mucho más político que empresarial, pero nosotros lógicamente tenemos que estar ahí. Somos el mundo empresarial y tenemos que reivindicar.

-¿Al final de esta jornada habrá algún documento que se eleve al Ministerio de Fomento, que es el que tiene que actuar como intermediario ante la UE?

-La idea es que sí, pero creo que depende de la Xunta. Me imagino que la Xunta lo sacará, pero nosotros no estamos organizando el acto. Lo organizan, ante un reclamo empresarial, la Xunta, el Principado y la Junta de Castilla y León. Pero nosotros entendemos que tenemos que estar.