La cumbre de presidentes autonómicos con empresarios y agentes sociales tenía un claro objetivo, el de reforzar la apuesta por la inclusión del Noroeste en el Corredor Atlántico. Pero de la reunión también se sacan otras lectura que los propios protagonistas se encargaron de pregonar. Una, que su alianza por encima de intereses partidistas es la demostración de que el Estado de las autonomías funciona frente a quienes proponen hacerlo saltar en pedazos. Y otra, que solo un frente que aglutine a la sociedad civil y política será capaz de acabar con la discriminación del Noroeste y de echarle un pulso al Mediterráneo, donde funciona de forma operativa un lobby para presionar y conseguir las inversiones para su conexión ferroviaria por el interior de la UE.

El más claro fue el presidente del Principado, Javier Fernández. "En España existe desde hace décadas un riesgo de descompensación territorial en la red de infraestructuras, achacable a varias causas, como la pujanza económica del Mediterráneo. No creo que nadie que ponga la vista sobre el mapa de las comunicaciones cuestione la necesidad de conjurar este peligro", indicó, para acto seguido añadir que el frente formado por la sociedad civil en el Mediterráneo consiguió los objetivos que buscaban para potenciar e invertir en su corredor ferroviario.

El presidente de la Plataforma Atlántico Noroeste -la asociación que aglutina a los empresarios para defender el tren de mercancías-, Javier Cepedano, también explotó esa idea. La alianza debe servir para que los sucesivos gobiernos dejen de olvidarse del Noroeste y se atiendan sus reivindicaciones histórica. "Reclamamos las mismas oportunidades que otras comunidades que continuamente se ven mimadas", en alusión a las inversiones que se derivan hacia el Levante y Cataluña.

Pero sobre todo se quiso dejar claro, por parte de los presidentes autonómicos, que la alianza pone de manifiesto la vigencia del Estado de las autonomías, pues dentro de la lealtad institucional y con la cooperación por bandera se pueden defender objetivos pese al distinto color político de las instituciones. Para los que se mueven en "trincheras", dijo Feijóo, le resultará extraño que partidos distintos se unan en "causas más poderosas que cualquier discrepancia ideológica", tras lo cual censuró el comportamiento de los que pretenden "un destructivo aislamiento".

En la misma línea se expresó Juan Vicente Herrera, quien reivindicó la lealtad y la cooperación institucional frente a los quieren "volar" el Estado autonómico. "Tenemos que aprovechar las ventajas que nos da el modelo", añadió.

Javier Fernández abogó por continuar con esta colaboración entre las tres comunidades en próximas legislaturas y Feijóo hizo lo mismo, comprometiendo por parte de Galicia a seguir con la alianza, confiando en que siga igual tras las elecciones autonómicas de mayo en Asturias y Castilla y León.

El portavoz de En Marea, Luís Villares calificó la foto de los tres presidentes "tan absurda como la propia Cidade da Cultura, que no va a valer para nada". Y el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, consideró que Feijóo, "llega tarde, mal y a rastras a preocuparse por un tema que es fundamental para el país" como es la inclusión de Galicia en el Corredor Atlántico.