Este año, desde el punto de vista del sector turístico, estará marcado por el efecto de la recuperación de los competidores y la desaceleración económica prevista para los mercados tradicionales de España, con la incógnita del Brexit, y las buenas perspectivas para los mercados de media y larga distancia favorecidos por la multiplicación de las conexiones aéreas. Galicia se sitúa como la tercera comunidad con mayor previsión de subida de ventas, solo por detrás de Extremadura y Madrid, con un aumento estimado del 3,6%. En los beneficios se encuentra en cuarto lugar, cerca del 3%.

La demanda extranjera hacia los destinos del sol y playa españoles perdió fuerza durante 2018 por la notable recuperación (+12,5 millones de viajeros) de los competidores del Mediterráneo. A pesar de la mejoría de la competencia internacional, la actividad económica generada por el turismo en España mostró una notable resistencia y alcanzó sus valores máximos: 142.000 millones, el 11,8% del total de la economía española. El empleo turístico creció durante el pasado ejercicio (3,1%) por encima de la actividad económica y también se produjo un alza de los salarios (2,7%).

El turismo nacional creció de forma moderada en 2018 y cubrió parte de la caída de los viajeros extranjeros. La demanda española mostró un moderado dinamismo, con registros positivos en todos sus indicadores de consumo turístico, salvo en los de menor gasto asociado; estancias en hoteles de menor categoría; en turismo rural y en el uso de las viviendas propias y de familiares y amigos. El crecimiento del PIB del 2% se alcanzó tras un repunte en el cuarto trimestre debido a la comparación con el año anterior, que se vio afectado por el impacto de la inestabilidad en Cataluña.