Solo cinco años después de que los hogares tuviesen que adaptar sus antenas de televisión para ver la TDT (Televisión Digital Terrestre), la llegada de la telefonía 5G -que permitirá navegar cien veces más rápido- obligará a reordenar de nuevo el espacio radioeléctrico y esto traerá consecuencias para los casi 800.000 edificios que hay en Galicia, que deberán desembolsar entre 100 y 600 euros para ajustar otra vez sus receptores. Tienen de plazo hasta junio de 2020 y el Gobierno ha prometido ayudas para afrontar los cambios, pero todavía no se han concretado.

La Xunta arrancó ya el proceso para adaptar sus redes y reubicar los canales locales y autonómicos y acaba de sacar a concurso la contratación de una oficina técnica para dirigir y supervisar estas modificaciones.

"La adaptación de las redes de televisión digital terrestre implicará un importante impacto social que deberá minimizarse", explica la Secretaría Xeral de Medios del Gobierno autonómico para justificar la contratación de esta oficina técnica.

No es, en todo caso, el primer cambio que deben afrontar los hogares. En 2010 se produjo el apagón analógico y el paso a la televisión digital. Después en 2015, para dar espacio a la telefonía 4G se perdieron nueve canales del espectro radioeléctrico (frecuencias del 61 al 69). Y ahora se afronta "una nueva fase del llamado dividendo digital". Se necesitan liberar más frecuencias para dar cabida a la quinta generación de telefonía. Así lo establece la UE. Esto obligará a las televisiones que operen en la banda de 700 megahercios (del canal 49 al 60) a migrar a otras frecuencias para dejar espacio al 5G.

Impacto en los hogares

¿Y cómo impactará esto en los hogares? La consecuencia más clara es que habrá que adaptar las antenas y volver a resintonizar los canales. Pero solo afectará a los edificios o instalaciones comunitarias. Las viviendas individuales, por el tipo de antena que tienen, no precisarán hacer ajustes. Solo tendrán que volver a sintonizar los canales.

La Federación de Instaladores e Integradores de Telecomunicaciones (Fenitel) calcula que el coste oscilará entre los 100 y los 600 euros. Si el edificio es de pequeño tamaño y tiene un equipo compacto el desembolso estará en 100 euros. Si se trata de un inmueble mediano o grande, que utilizan cabeceras monocanal la inversión puede llegar a los 600 euros.

La Asociación Gallega de Empresarios de Instaladores de Telecomunicaciones (Ageinte) concreta que, por ejemplo, en el caso de Vigo habrá que mudar de espacio cuatro canales, lo que tendría un coste medio de 300 euros. En Santiago, sin embargo, no hay ningún canal ocupando el espacio radioeléctrico de los 700 megahercios, pero eso no significará que los edificios no tengan que hacer cambios puesto que, en ese caso, se les obligará a reservar un canal para iniciar en pruebas las emisiones 4K -la de más alta resolución-.

En el primer dividendo digital, en 2015, el Gobierno asumió mediante subvenciones los costes de cada comunidad de vecinos para adaptar sus antenas. En esta ocasión, también se anunció que habría subvenciones, aunque todavía no se han aprobado.

El Ejecutivo está elaborando todavía el Plan Técnico Nacional de la TDT. Ahí, se concretarán determinados aspectos técnicos que aún no están claros. Por ejemplo, si habrá que cambiar de televisor. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNCM) en un informe publicado el pasado año advertía de que uno de los escenarios posibles consistía en la implantación simultánea de las tecnologías H.265 y DVB-T2 en los aparatos de televisión. Esto obligaría a renovar la mayor parte del parque de televisores. Y, aunque es la alternativa más costosa, el superregulador advierte de que es la única que garantiza la total competitividad de la TDT y el paso a la tecnología 4K.

Desde Ageinte creen, sin embargo, que no será necesario cambiar el televisor, puesto que la tecnología DVB-T2 convivirá con el HD que ya tienen la mayoría de equipos actualmente.

Cinco ayuntamientos gallegos se han beneficiado de las primeras ayudas europeas para instalar puntos de wifi gratuitos en espacios públicos. Han sido elegidos por la Comisión Europea en la primera convocatoria de propuestas de WiFi4EU (Wifi para Europa), un programa comunitario que ofrece ayudas de 15.000 euros a los municipios de la UE para que ofrezcan internet gratis en los propios consistorios, bibliotecas, museos, parques, plazas y otros lugares.

Se trata de los concellos coruñeses de Oleiros, Rianxo y Cerdido, del pontevedrés de Salceda de Caselas y del ourensano de Toén.

En total, en España han sido 224 los municipios beneficiados de estas ayudas. El presupuesto total de esta primera fase alcanzó los 42 millones de euros. Los 2.800 municipios seleccionados en toda la Unión Europea podrán ahora crear puntos de acceso wifi.