La ciudad más poblada de Galicia lidera la clasificación de ingresos procedentes de los impuestos compartidos a la telefonía móvil y la de antenas emisoras en su término municipal. Vigo registraba al cierre de 2017, según Hacienda, 844 de estas infraestructuras, más del triple que las 232 de la vecina Pontevedra.

A Coruña copa el segundo puesto con 683, seguida de Santiago (583), Lugo (296), Ourense (273) y Ferrol (234) en la distribución urbana de unas antenas que muchos ciudadanos observan con recelo por su posible efecto adverso sobre la salud.

Hace casi tres años, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) utilizó las conclusiones de un informe de la Autoridad Sueca de Seguridad Radiológica. "No hay evidencias para atribuir efectos negativos para la salud por exposición a las emisiones de los teléfonos móviles y de las antenas, hay que seguir analizando los posibles efectos a muy largo plazo (más de quince años de exposición continuada), aunque la epidemiología no muestra aumento en las tasas de cáncer y otras enfermedades que se han venido estudiando en relación con la telefonía móvil (distintos cánceres de cabeza, leucemia infantil...). Tampoco se ha observado trastornos del comportamiento y otros efectos adversos", indicó entonces la FEMP.

En el caso de los ingresos, Vigo es la única ciudad que supera el millón de euros ligeramente, seguida de A Coruña (907.845 euros), Santiago (601.582), Lugo (429.664), Ourense (402.540), Pontevedra (290.112) y Ferrol (215.544).