El director xeral de Política Financiera, David Cabañó, prevé que la vuelta a los mercados de deuda cinco años después por parte de la Xunta supondrá "en torno al 50%" de las necesidades de financiación de 2019, mientras irá "incrementando paulatinamente en los próximos años ese porcentaje". Así lo explicó en la comisión parlamentaria de Economía, el mismo día que el Gobierno autorizó una emisión por 400 millones de euros en bonos a largo plazo.

En respuesta a una pregunta del PP gallego, destacó la "diversificación de los instrumentos financieros", ya que la Xunta se seguirá financiando a través del Fondo de Facilidad, "pero se completará con préstamos bancarios, la banca pública europea y emisión de bonos".

Asimismo, Cabañó señaló que el Fondo de Facilidad Financiera articulado por el Estado dejó de tener intereses a tipo cero, por lo que se ve la necesidad de una "desvinculación gradual y progresiva" de este fondo para la combinación con los mercados.

De tal forma, Cabañó avanzó que será un retorno "gradual" a los mercados, "combinando financiación a cargo de Facilidad Financiera con captación de recursos en los mercados". En este sentido, remarcó que esta decisión supone una "normalización", al tiempo que llama a ser "ser prudentes", con ese "progresivo y ordenado" uso de los mercados de deuda.

Aquí, valoró el procedimiento del Estado para "una transición ordenada" para las comunidades que "están en mejor disposición de acceder al mercado", que "permite compaginar la financiación a través del mercado con los fondos estatales". Para ello, hay que tener unos requisitos como estar adherido al Fondo de Facilidad Financiera y cumplir con objetivos de estabilidad.

Todo ello, para un "alargamiento de la vida media de la cartera de deuda, aprovechando las nuevas condiciones de financiación que ofrece el mercado con abundante liquidez". Además, prevé una reducción de gastos financieros a corto plazo y que sean "sostenibles" para que no supongan "detraer" recursos.