Funcionarios de prisiones volvieron ayer a la calle en protesta por la falta de seguridad y de personal en los penales de todo el país. Coincidiendo con el juicio del procés, más de un centenar de trabajadores, una veintena procedente de Galicia, se manifestaron ante el Tribunal Supremo gritando consignas como "Marslaska dimisión" para pedir mejoras en sus condiciones laborales. La concentración, que no tenía el visto bueno de la Delegación del Gobierno, se celebró después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) aceptara el recurso de los convocantes y permitiera su desarrollo.

A la protesta se sumaron diferentes organizaciones y plataformas de funcionarios de prisiones, entre ellos UGT y CSIF, después de que la sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ de Madrid anulara la resolución de la Delegación del Gobierno del día 8 "por vulnerar el derecho de reunión del artículo 21 de la Constitución Española". Los sindicatos de prisiones enmarcaron esta concentración frente al Supremo en las reivindicaciones para mejorar las condiciones laborales de los funcionarios que forman parte de la plantilla de Instituciones Penitenciarias. Esta demanda motivó que diferentes organizaciones convocaran meses atrás varias jornadas de huelga, así como actos de protesta frente a las sedes de partidos políticos o el Ministerio del Interior. "Somos el patito feo de este Ministerio y el ministro mira para otro lado, humilla a los funcionarios de prisiones en este conflicto colectivo cuando sí da mejoras para otros", denunciaron ayer los trabajadores.