El 15% de los niños que utilizan el transporte escolar en España son gallegos. Más de 94.000 menores viajan a diario en autobús para ir al colegio y regresar a casa, un trayecto en el que el estado del vehículo y el comportamiento del conductor son claves para la seguridad. Aunque se trata de un medio de transporte seguro, la vulnerabilidad de sus pasajeros y el tipo de vías por las que circula -en su mayoría carreteras secundarias- hacen necesaria una vigilancia especial para garantizar un trayecto sin incidentes. Para controlar las deficiencias de estos vehículos y las infracciones que cometan los chóferes, la DGT puso en marcha la semana pasada una campaña en la que inspeccionó casi 400 vehículos de transporte escolar en la comunidad, de los que 134 fueron denunciados -una media de 27 cada día-. O lo que es lo mismo, al 36% de los buses escolares controlados entre el lunes y el viernes de la semana pasada en la red viaria gallega se les abrió un expediente sancionador por deficiencias o infracciones viarias, según el balance facilitado por el Sector de Tráfico de Galicia.

Pero en la guantera del autobús, fueron muchos los conductores que se fueron con más de una multa ya que fueron denunciados por varias infracciones. En total fueron 219 los expedientes sancionadores abiertos a los 134 vehículos interceptados con alguna deficiencia en la documentación o tras haberse saltado alguna norma de tráfico. Esta cifra se traduce en una media de 44 multas cada día al sector del transporte escolar.

El 37% de las denuncias interpuestas la semana pasada fueron por carecer de la autorización especial de transporte escolar por parte de la Xunta -un total de 81-. Bien por la antigüedad de los vehículos o por no cumplir algún requisito legal la empresa o bien por olvidarse la renovación o no haberla solicitado. Le sigue en el ranking de sanciones, la falta del seguro de responsabilidad ilimitada (20), las deficiencias detectadas en las puertas de servicio y emergencia (14) y las relacionadas con las señales de transporte escolar (87). En la categoría de Otras se suman un total de 87 expedientes sancionadores, que incluyen las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo, los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor o el uso de aparatos que supongan distracciones alguna, así como tener la ITV caducada, viajar sin cinturón de seguridad o circular por encima de la velocidad permitida.

PROVINCIAS

Por provincias, A Coruña y Pontevedra concentran casi el 80% de los vehículos denunciados en la comunidad durante el operativo especial, con 46 autobuses expedientados en las vías coruñesas y 56 en el caso de las carreteras pontevedresas. Le siguen de lejos los vehículos denunciados en los controles de Ourense (28) y Lugo (8).

La flota escolar de la provincia de Pontevedra es la que peor tasa de deficiencias e infracciones viarias registra, con casi el 64% de los autobuses inspeccionados en las vías pontevedreses que fueron denunciados. Con casi el 44% de expedientes sancionadores sobre el total de autobuses controlados le sigue A Coruña. Y cierran el mapa autonómico Lugo (36,3%) y Ourense (15,1%).

A CORUÑA CIUDAD

La Policía Local de A Coruña ha detectado en los últimos días trece infracciones al inspeccionar veinte buses escolares. Tres de los vehículos carecían de seguro de responsabilidad ilimitada y en uno de ellos no abría la puerta de emergencia.

En los veinte autocares escolares que fueron examinados por la Policía Local la semana pasada en una campaña de control se apreciaron trece infracciones a la normativa sobre este tipo de vehículos. En uno de los casos la puerta de emergencia no abría más que con una llave que tenía el conductor y en otros tres no había seguro de responsabilidad ilimitada, mientras que otros no disponían de toda la documentación necesaria o presentaban deficiencias en su equipamiento.

La campaña de control de los autobuses escolares realizada por la Policía Local la semana pasada se cerró con la detección de trece infracciones en veinte vehículos inspeccionados. Tres de los autocares carecían de póliza de seguros de responsabilidad ilimitada, mientras que a dos no les funcionaba el dispositivo acústico de marcha atrás. Más información.