El ambiente crispado en En Marea prosigue con nuevas acusaciones cruzadas entre los integrantes de un espacio de unidad popular que se aboca a un divorcio electoral. El histórico dirigente nacionalista Xosé Manuel Beiras tomó ayer partido en el choque entre la dirección de la formación instrumental, liderada por Luís Villares, y los cuatro diputados de la coalición en el Congreso, así como Podemos, Anova y EU, por los presupuestos generales. Beiras se alineó con estos últimos y criticó el rechazo a las primeras cuentas del Gobierno de Pedro Sánchez por "abrirle las puertas al monstruo" que para él representa el bloque PP-Ciudadanos-Vox, que permitió a los populares gobernar Andalucía por primera vez.

El miércoles, En Marea se partió una vez más cuando solo Alexandra Fernández votó en el Congreso en contra de la tramitación de unas cuentas estatales que reducían la inversión para Galicia un 19% hasta los 757 millones, la cifra más baja desde 2002. Cumplió así la orden de la dirección del partido instrumental, que asumió en 2017 la autoridad sobre la coalición de Podemos, Anova y EU en las Cortes. Sin embargo, Antón Gómez-Reino, Yolanda Díaz, Miguel Anxo Fernán Vello y Ángela Rodríguez votaron a favor. Defendían que avanzase el plan económico y negociar con el Gobierno sus 300 enmiendas para mejorar el trato a Galicia. De no ser así, aseguraban que votarían en contra.

Esa desobediencia a la cúpula del partido será analizada mañana en la reunión del Consello das Mareas, según avanzó Villares, quien matizó que no se trata de una "cuestión sancionadora", sino "política".

Beiras defendió ayer en las redes sociales esta postura, en contra de los argumentos de Villares. "Con Atila a punto de volver a aniquilar nuestras libertades cívicas, sociales y nacionales, parece que la aldraxe a Galicia no es abrirle las puertas al monstruo, sino un dinero a faltar en los presupuestos españoles. Popularmente se llama a eso confundir o cu coas témporas", expuso tras defender la postura de Fernán-Vello, de Anova, por posicionarse "abajo y a la izquierda". Alexandra Fernández, miembro de Anova, le replicó: "Si la posición era votar los presupuestos a cualquier precio lo honesto sería haberlo dicho desde un inicio y no engañar a la gente. Lo incomprensible es que se obvie que estos presupuestos caen porque el PSOE decidió seguir la agenda de la extrema derecha negándose a negociar con el bloque progresista", respondió.

La cuenta oficial de Beiras en Twitter no calló: "Alúmbrame en mi oscuridad, oh Kalikatres sapientísimo: ¿de qué PSOE hablas, el del Gobierno de Sánchez, tan abatido él, o el del felipismo esquirol, alistado en el golpismo facha-trumpetista aquí y en Venezuela?".

Por su parte, Yolanda Díaz sostuvo que En Marea en el Congreso está sometida a las directrices de los partidos que conforman la coalición y no al partido instrumental. "Nunca En Marea en el Congreso ni los partidos que la conformamos dijimos que impediríamos tramitar los presupuestos. Dijimos que si no avanzaba la negociación, votaríamos en contra. Todos teníamos la misma posición: estos presupuestos son malos para nuestro país, pero muy buenos socialmente", explicó en la TVG.

El último conflicto interno de En Marea avanza ya una ruptura electoral de este espacio político que Podemos ya preveía confirmar en las europeas del 26 de mayo. Un adelanto de las generales obligará a los integrantes del espacio a decidir cómo concurrir a esa cita con las urnas. El debate sobre la fórmula jurídica -coalición o partido- resucitará, pero ante el probable desacuerdo la marca electoral -el nombre En Marea- está en manos de Villares y los suyos.

El registro de partidos del Ministerio de Interior recoge la inscripción como partido en agosto de 2016 de En Marea, con Gonzalo Rodríguez y María Victoria Esteban, afines al juez en excedencia, como representantes legales.

En 2015 y 2016 este debate a punto estuvo de impedir la alianza de Podemos, Anova y EU. Ahora se une En Marea-partido instrumental, a cuya dirección están enfrentados los primeros hasta el punto de que analizan la opción de crear su alianza alternativa. Villares reiteró ayer que concurrirán a las urnas como organización y no coalición para "garantizar" la opción de tener grupo propio en el Congreso.