La escalada de precios de la vivienda, las dificultades para acceder a una hipoteca y el incremento de los alquileres, causado por la combinación de una escasa oferta y una demanda al alza, sobre todo en las grandes urbes gallegas como A Coruña, Santiago y Vigo, están detrás de que el número de gallegos que viven en casas cedidas de forma gratuita haya alcanzado la mayor cifra de la historia.

Casi ocho de cada diez habitantes de la comunidad viven en una casa que es de su propiedad y uno de cada diez lo hace en una de alquiler. Pero existe una tercera opción, que es la cesión gratuita de viviendas, que se realiza sobre todo entre familias y conocidos, y también por instituciones benéficas. En Galicia hay más de 113.000 hogares en esta situación en la que los inquilinos solo pagan el agua, la luz y la comunidad. Tras cuatro años a la baja, en 2016 volvió a aumentar la cifra y en 2017 batió el récord de 2010, cuando la crisis más golpeaba y se alcanzó el pico de 103.000, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La cesión gratuita de viviendas es la donación del uso de un inmueble para ser habitado sin cobrar nada a los nuevos inquilinos. En algunos casos se suele realizar un contrato privado que no establece ningún compromiso económico, aunque en otros no se firma ningún documento porque existe confianza entre las partes. Es una práctica común entre familiares, pero también ha aumentado en los últimos años entre conocidos como consecuencia de la dificultad de algunos colectivos para acceder a una vivienda en propiedad o en alquiler, una situación que ha aumentado durante los años de crisis económica. Según explican fuentes del sector, muchas de estas cesiones se producen porque los dueños de los pisos no quieren alquilarlos a desconocidos y antes de tenerlos vacíos prefieren dejarlos a personas de su confianza, ya sean familiares o amigos.

En 2008, Galicia era la quinta comunidad del Estado con el mayor porcentaje de viviendas cedidas de forma gratuita, con un 8,3%. En 2017, ha escalado hasta la segunda posición, con el 10,7%, solo superado por el 13,4% de Canarias.

En España, al contrario que en otros países, lo habitual es tener una vivienda en propiedad. Es la opción elegida por el 76,7% de los hogares españoles, según la Encuesta de Condiciones de Vida que realiza el INE. Es un punto y medio menos que en Galicia.

El porcentaje gallego es elevado, sin embargo, hay otras ocho comunidades en las que las viviendas en propiedad suponen un porcentaje mayor. País Vasco, Extremadura, Murcia y La Rioja superan el 83%.

Descenso

Con respecto al inicio de la crisis, en 2008, los hogares gallegos que tienen una vivienda en propiedad han bajado cinco puntos: del 83,1% al 78,1%. En cifras totales han pasado de 847.275 hogares a 829.172.

Por el contrario, los que han recibido una vivienda en cesión gratuita han pasado del 8,3% al 10,7% en la última década (de 84.625 a 113.599). Y los que viven en alquiler han aumentado del 7,6% (87.684) al 11,2% (118.907). Casi ya hay más gallegos que viven en casas cedidas de forma gratuita que en viviendas alquiladas.

El mayor número de gallegos que vivía en inmuebles donados se había alcanzado en 2010, en pleno apogeo de la crisis, cuando más de 100.000 personas optaron por esta opción. En los cinco años siguientes la cifra se redujo. Hasta 2016, cuando la cantidad volvió a crecer hasta los 87.000, y volvió a ampliarse en 2017 hasta los 113.000, el número más alto de la serie histórica.

Los jóvenes son los que más recurren a esta opción. Uno de cada cuatro hogares compuesto por personas de entre 16 y 29 años reside en inmuebles de este tipo, un porcentaje que baja según avanza la edad de los inquilinos hasta situarse en el 4,3% en el caso de los que están formados solo por mayores de 65 años.

Aunque la cesión gratuita de una vivienda se suele realizar entre familiares o amigos, los expertos recomiendan firmar un acuerdo entre las dos partes para que no haya problemas en un futuro. La OCU ofrece en su web un modelo de contrato para estos casos.

Los contratos de cesión gratuita de inmuebles se pueden hacer por precario o comodato. En el primer caso, se estipula un uso gratuito de la vivienda y sin plazo concreto de devolución. Se fija que los pagos de los gastos del uso de la vivienda corresponden al inquilino y que el dueño puede comunicar de forma unilateral el fin de la cesión en una fecha determinada. También pueden fijarse posibles indemnizaciones si no se devuelve el piso en el plazo acordado. En el segundo, establece un uso y tiempo determinados del inmueble por contrato. Es como un contrato de alquiler, pero sin dinero a cambio.

Haz click para ampliar el gráfico