La Xunta anunció el pasado mes de noviembre una rebaja de un 50% en el peaje en horario nocturno en la AG-55 (A Coruña-Carballo) y AG-57 (Puxeiros-Val Miñor). Estas bonificaciones serán aplicadas a partir del próximo mes de julio, según avanzó ayer el portavoz de Infraestruturas de PP, Martín Fernández Prado.

Esta medida está pensada sobre todo para los transportistas, de manera que la rebaja de las tarifas mejore su competitividad y además se saque tráfico pesado de las vías convencionales, lo que redundará en una mayor seguridad viaria.

Martín Fernández recordó que los descuentos que se aplicarán en ambas autopistas de titularidad autonómica se sumarán a los ya establecidos por la Xunta en el año 2010 para ambas vías, que consisten en una rebaja del 25% en los viajes de vuelta en el día pagados con OBE, el dispositivo de abono automático de peajes.

"Fue la primera vez en la historia de la autonomía de Galicia que se bajaron los peajes de las autovías, en un momento ya de crisis económica y de bajada de ingresos, que solo durante el año 2018 benefició más de 100.000 viajes", añadió el portavoz de Infraestruturas del Grupo Popular. Esta rebaja, según añadió Martín Fernández, es la misma que piden en la actualidad al Gobierno de Pedro Sánchez para la AP-9. "Nada que el actual Ejecutivo gallego no esté ya aplicando en las carreteras de su competencia", sentenció.

Ya durante el anuncio hecho hace ya tres meses sobre las bonificaciones en la AG-55 y la AG-57, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, apuntaba que su departamento no es ajeno al impacto que tiene el incremento de peajes en el tejido económico y social de Galicia. El principal problema según reconocía, sin embargo, está en la AP-9, una vía de titularidad estatal que vertebra las áreas de población de Galicia y que es de las más caras de España. Según recordaba ya entonces Vázquez, la Xunta le solicitó al Ministerio de Fomento que analice las posibilidades de suavizar las subidas de peaje previstas en la AP-9, a través de fórmulas de flexibilización y con un abaratamiento de los desplazamientos para usuarios habituales y en horas de menos tráfico. La conselleira advertía de que "con un buen sistema de bonificaciones se incrementaría el tráfico de esta autopista, lo que redundaría en una mayor seguridad vial, en la mejora de la competitividad de todo el sector del transporte y en un ahorro de costes y tiempos".

La AG-55 y en la AG-57, según destacaba la conselleira, son las más baratas de España. Por lo que emplazaba el Ministerio de Fomento a implantar también la flexibilización de peajes en la AP-9. El anuncio de la Xunta el pasado noviembre coincidió con la rebaja de tarifas prometida por Fomento en las autopistas nacionales que han quebrado, la mayoría en el área de influencia de Madrid, mientras que subían los precios por utilizar la AP-9.