Las distracciones, la seguridad de los mayores, los peatones y las motocicletas y la accidentalidad con animales. Son las prioridades que se marca la DGT y la Guardia Civil de Tráfico en Galicia tras un repunte de los fallecidos el año pasado de casi el 40% y de los accidentes de más del 11%, con un total de 104 víctimas -92 en carreteras convencionales, siete en autovías y cinco en autopistas- y más de 12.000 siniestros -entre ellos 3.900 leves y 402 graves-.

El perfil que más se repite en los accidentes mortales ocurridos en la comunidad es el de un conductor varón, que supera los 53 años, por una distracción que sufre una salida de vía en un turismo con más de diez años de antigüedad. Los datos de 2018 revelan que casi la mitad de las víctimas viajaban en turismo y cerca del 60% de siniestros mortales se produjo en vehículos con más de una década, según detalló ayer el delegado del Gobierno, Javier Losada, tras la reunión de la Comisión Autonómica de Seguridad Vial.

A Tráfico le preocupa el aumento de las víctimas mayores de 65 años, según destacó Losada, con un 80% más en un año, al pasar de 20 fallecidos en 2017 a 36 el año pasado. Ante estas cifras, el delegado del Gobierno puso sobre la mesa los datos de conductores remitidos a examen extraordinario del Sergas ante las sospechas de que no reuniesen las condiciones psicofísicas para seguir al volante.

Hasta un total de 392 automovilistas requeridos en 2018 por la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico para un chequeo médico para confirmar si son aptos para conducir, una cifra que -detalló Losada- se queda muy por encima de los reconocimientos extraordinarios propuestos años atrás, cuando apenas superaban la treintena.

Peatones y vehículos agrícolas

Junto con los accidentes con conductores de avanzada edad, los atropellos son otra de las lacras de la siniestralidad viaria en Galicia. En 2018 hubo 14 viandantes fallecidos, tres más que el año anterior. La mitad de los atropellos se produjeron en autovías y autopistas miembros esperaban asistencia fuera del vehículo.

Un capítulo especialmente alarmante, según lamentó el delegado del Gobierno, son los vehículos agrícolas, con una antigüedad media de 30 años y en los que fallecieron seis personas el año pasado. Para tratar de atajar esta sangría silenciosa en el campo gallego, Losada avanzó que se intensificará el trabajo.

Para tratar de reducir la accidentalidad en las carreteras gallegas, Tráfico promoverá este año campañas intensas de control de velocidad, alcohol y drogas. Serán más de 3,4 millones controles de velocidad -más de 9.300 cada día-, 800.000 pruebas de alcoholemia casi 2.200 al día-. Losada reconoció la "preocupación" por las cifras de siniestralidad de 2018 en las carreteras gallegas, aunque aclaró que a pesar del aumento de las víctimas mortales el año pasado, los índices de mortalidad y peligrosidad, que tienen en cuenta los vehículos que circulan y los kilómetros que realizan, muestran valores similares a los de años anterior.