No hay día en que no llegue un parte falso a una compañía aseguradora. Desde el estallido de la crisis no han dejado de crecer los fraudes en las pólizas y la tasa de siniestros irregulares batió récord en 2018. En solo un año, el índice de engaños al seguro en Galicia (el número de fraudes respecto al total de incidentes) pasó de 2,2 a 2,52, lo que supone un aumento del 14,5% y un 34% por encima de la media nacional -1,88-. Este balance coloca a la comunidad gallega en la lista negra del ranking nacional, que ya es la tercera autonomía con más estafas al seguro, solo por detrás de Cantabria (3) y La Rioja (2,94), según revela el informe presentado ayer por la aseguradora AXA. Escala así un puesto en la tabla de comunidades con más partes falsos, una tendencia que se ha mantenido al alza desde el estallido de la crisis. Si en 2013, primer año en el que AXA hizo un estudio sobre los fraudes a las compañías en España, la comunidad gallega ocupaba el séptimo puesto con una tasa del 1,03, ahora ya está en el tercero con más del doble.

La lista de los intentos de fraude a las aseguradoras es de lo más variopinto: desde simular un robo en casa, una subida de tensión que estropea la televisión o el portátil, la inundación en la vivienda para cambiar el parqué, o agravar el alcance de un accidente de tráfico, hasta hacer un seguro para reclamar los gastos de un caño anterior o incluso fingir la propia muerte para que los familiares cobren la indemnización.

El beneficio económico medio que se intenta defraudar en el siniestro irregular premeditado es de 3.200 euros frente a los 600 euros del fraude en masa u oportunista. "Esta práctica se ha profesionalizado", lamentó ayer el director de Fraude de AXA España, Philippe De Mingo, que advirtió de un aumento de los casos planificados con antelación frente a los que tratan de introducir daños preexistentes o anteriores al incidente.

Durante el año pasado se detectaron en toda España más de 22.500 siniestros fraudulentos, lo que se traduce en un 12,5% más que el ejercicio anterior. El importe de estos partes falsos supera los 66,2 millones de euros, un 5,5% más que en 2017, según las estafas detectadas por AXA, que estima que si todas las compañías aseguradoras persiguieran esta práctica el coste de los pagos fraudulentos ascendería a mil millones.

Junto con Cantabria, La Rioja y Galicia están marcadas en rojo en el mapa de estafas de las aseguradoras Navarra, Murcia y Andalucía -las tres comunidades con una tasa de 2,4-, seguidas de Asturias (2,2), Castilla y León y Baleares -ambas con un índice del 2-. En el extremo opuesto de la tabla de los engaños a las compañías están Madrid (1), País Vasco (1,32) y Castilla-La Mancha (1,54).

En el caso de la comunidad gallega, Pontevedra se mantiene como la provincia con la tasa de siniestros irregulares más elevada (2,9 frente al 2,4 registrado un año atrás). Le siguen en el ranking, los asegurados en la provincia de A Coruña (con un índice del 2,4, un 0,4 más que en 2017). Y finalmente cierran la lista autonómica Lugo (2,3 frente a 1,9 de hace un año) y Ourense (2, que se mantiene con la mista tasa que el ejercicio anterior).

Por sectores, el ramo de autos se mantiene con el mayor porcentaje de fraude al seguro, con casi la mitad (49%), si bien ha caído en 10 puntos durante el último años. Los partes falsos en este ámbito suelen estar relacionados con la conducción del vehículo (88%).

En el ramo de multirriesgos, que incluye comercio, hogar y oficinas, se aprecia un aumento de diez puntos respecto al ejercicio anterior, hasta alcanzar el 40%. Detrás de este aumento, según recoge AXA, está el repunte del fraude en el hogar relacionado con daños eléctricos. En cuanto a diversos, como transportes, industrias, salud, accidentes o vida, se mantuvo el porcentaje de 2017, un 11%.

Por primera vez, el estudio de 2018 incluye un análisis del fraude por género: más del 75% del fraude en autos lo cometieron hombre. Pero en hogares, las estafas cometidas por varones y mujeres están más equilibradas -59% en el primer caso y el 41% restante, el segundo-.