El Consello Regulador de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Pataca de Galicia asume el reto de poner en el mercado más de 20 millones de kilos en la campaña de este año. Para lograr ese objetivo, requiere la autorización de Bruselas -puede llegar en las próximas semanas o meses-, con el fin de incorporar las variedades denominadas Agria y Fina de Carballo, que se sumarán a la actual producción de Kennebec, muy demandada en los grandes centros de distribución, como Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia. La comarca ourensana de A Limia ha cerrado la campaña con la recolección de 90 millones de kilos de patata -frente a los 120 del año anterior-, que comercializa en toda España, correspondientes a diferentes variedades y tamaños, de gran calidad, pero que no están amparados por el organismo regulador.

Las variedades Agria y Fina de Carballo ya han superado todos los trámites necesarios para que puedan contar con el amparo de la Indicación Xeográfica Protexida Pataca de Galicia, ante la Xunta de y el Ministerio de Agricultura.

El Consello Regulador lo ha remitido luego a Bruselas, "donde nos indicaron que había que hacer ciertas modificaciones, que ya hemos realizado y estamos pendientes de que llegue la autorización definitiva. Confío que se resuelva pronto la solicitud, tras presentar unas alegaciones sobre cuestiones que no tenían demasiada relevancia", explica el director técnico del Consello Regulador da Denominación Específica Pataca de Galicia, Luis Saa. A pesar de que la pasada campaña fue irregular, debido a las inundaciones que sufrieron las parcelas durante el mes de mayo y el problema del mildiu que afectó posteriormente a las plantas, por exceso de humedad y bajas temperaturas -algunos productores tuvieron que realizar una segunda siembra, al pudrirse parte de la primera-, la recolección de la variedad Kennebec finalizó a principios de noviembre, mientras que otras variedades se continuaron recogiendo hasta la semana pasada", con una merma que oscila entre el 20% y el 30% de la producción media, resalta Luis Saa.

Debido a las características especiales de este año, los productores tuvieron que prolongar el período de recolecta desde mediados de septiembre hasta principios de noviembre. El Consello Regulador de la Indicación Xeográfica Protexida Pataca de Galicia ampara en esta cosecha en torno a diez millones de kilos -correspondiente toda ella a la variedad Kennebec, que en otras campañas más propicias alcanzó 12 y 15 millones de kilos-.

Pero la selección que se realiza es tan exigente, en cuanto a calidad y tamaños, que de los diez millones de kilos amparados, solo se comercializa bajo el amparo del sello Pataca de Galicia, en bolsas de tres kilos, unos seis millones de kilos. Las patatas amparadas "no pueden superar 35 milímetros de diferencia en el calibre: tiene que ser homogénea", aclara Luis Saa. Por lo tanto, los productores venden los cuatro millones restantes en bolsas o sacos de mayor tamaño, sin certificación.