La Xunta ha abierto consultas con el sector hostelero para abordar la nueva Lei de Residuos, que obliga a los restaurantes a entregar a sus clientes la comida sobrante y que ha generado inquietud sobre todo entre los establecimientos que organizan grandes banquetes por las dificultades para llevar a cabo esta nueva exigencia. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, explicó ayer que la norma estaba prevista, en principio, para "menús normales". "En el caso de las celebraciones masivas hay que ajustar fino y hay que valorar su contenido y alcance", explicó mostrando su disposición a escuchar las recomendaciones del sector de la restauración.

Esta semana se abrió el periodo de alegaciones a la nueva ley que tiene como objetivo reducir los desperdicios alimentarios y el consumo de plásticos. En todo caso, al margen de este cauce, el Ejecutivo gallego tiene la opción de iniciar un trámite específico de consultas con los implicados y así lo ha hecho.

Se les ha remitido ya a las principales asociaciones de hosteleros el borrador de la nueva ley. Desde la Consellería de Medio Ambiente apuestan por un "diálogo abierto" con el sector.

La nueva Lei de Residuos obliga a partir del próximo año a que los restaurantes ofrezcan a sus clientes la comida que no se hayan tomado y, si la aceptan, deberán entregársela en un táper, preferiblemente que no sea de un solo uso. No cumplir con esta norma podrá acarrear a los hosteleros multas de hasta 900 euros.

Sobrecoste

Los hosteleros, sin embargo, ven dificultades en la aplicación de la norma y un sobrecoste sobre todo cuando se trata de banquetes, en los que mueven gran cantidad de comida. Defienden que debe quedar claro que las sobras son los alimentos que se pusieron sobre la mesa y no se consumieron y se preguntan sobre quién garantiza las condiciones de salubridad de la comida una vez los clientes se la lleven fuera del restaurante. Por esta razón reclaman una regulación específica en el caso de los grandes banquetes.

Tras la reunión semanal del Consello de la Xunta, el jefe del Ejecutivo autonómico dejó claro el "compromiso" del Gobierno gallego con la reducción de desechos y con el incremento del reciclaje. Y defendió el espíritu de la Lei de Residuos: "se concretan mecanismos para avanzar en la reducción de los plásticos y de los desperdicios alimentarios".

Feijóo explicó que cuando se trate de una boda como un banquete o una primera comunión, el restaurante no está obligado a entregar las sobras a cada uno de los comensales sino "a quien paga".

"Pienso que tenemos que valorar y ver las alegaciones siempre dentro del marco legal, que establece que los consumidores tienen derecho a llevar la ración que no consumieron", recalcó.

Y, en todo caso, reconoció que este principio se planteó pensando en "menús normales" de restaurantes, no en grandes banquetes y, de ahí, que ahora se avenga a ajustar la ley en lo referente a las celebraciones masivas.

"Seguro que los hosteleros van a hacer alegaciones inteligentes y cuando las alegaciones son inteligentes la respuesta tiene que ser inteligente", señaló Feijóo ayer tras el Consello de la Xunta.