Los 800 militares de la Brilat que forman parte de las dos misiones internacionales que tiene actualmente en marcha la Brigada han superado con éxito el ecuador de ambos despliegues. Lejos de España desde mediados del mes de noviembre, si todo marcha como está previsto, pondrían punto final a su participación en ambas misiones, una bajo paraguas de la ONU y otra por mandato de la Unión Europea, en mayo de este año.

Hasta el momento, ambos despliegues discurren sin incidentes destacables, al menos que hayan trascendido, lo que no implica que los militares de la Brigada Galicia no hayan tenido una importante carga de trabajo en el cumplimiento de su deber.

En el caso del Líbano, los integrantes de la Brilib XXX iniciaron su misión con un sobresalto que amenazó el frágil alto el fuego que se vive en la frontera entre el Líbano e Israel y que los cascos azules velan por mantener. Se trata de la aparición y descubrimiento por parte del ejército israelí de una serie de túneles bajo la frontera que atribuyen a las milicias libanesas de Hezbollah, túneles que aseguraban que tenían como objetivo ser utilizados en operaciones y ataques terroristas. El último de estos túneles, cuya presencia fue verificada por los cascos azules de Naciones Unidas, fue neutralizado por Israel a mediados del mes pasado y puso fin a esta operación, de tal forma que se espera que vuelva el sosiego a toda la zona. Varios de estos túneles estaban en las zonas controladas por la Brilat.

Pero la frágil paz a lo largo de la "Blue Line" no fue la única preocupación de los soldados españoles que forman parte del contingente de la ONU. El mal tiempo también fue protagonista en las últimas semanas. Los militares de la Brilat recibieron la visita de dos profundas borrascas casi de forma consecutiva. Bautizadas como Norma y Miriam, una de ellas azotó la zona con lluvias torrenciales (los soldados tuvieron que prepararse ante el desbordamiento del río Wazani cerca de uno de los "checkpoints" de la ONU) y la segunda trajo intensas nevadas que bloquearon caminos e incluso dejaron aislados los cuarteles de algunas de las tropas indias que forman parte del contingente de Naciones Unidas.

La unidad de ingenieros que la Brilat tiene desplegada en Líbano cuenta con el único camión quitanieves de al sur del río Litani, por lo que se formó una unidad junto a dos vehículos de apoyo que se dedicó no solo a liberar el camino a la base de sus compañeros de la India, sino que también desbloqueó caminos en toda la región. Especialmente dificultoso fue el viaje hasta Chebaa, una localidad a 1.500 metros de altitud a apenas 20 kilómetros de la base Miguel de Cervantes en Marjayoún, que está a 700 metros de altitud. Una fuerte pendiente que tuvo que despejar esta unidad desbloqueando esta localidad. Estuvieron una semana entera trabajando en la zona.

La actividad se completa con múltiples actividades de cooperación y colaboración con las entidades locales.

Mientras, en Mali los efectivos continúan con su labor de adiestramiento del ejército local con el objetivo de que las fuerzas armadas malienses estén cada vez mejor preparadas para combatir a los grupos terroristas yihadistas. Se calcula que desde el comienzo de la misión en 2013 ya se han entrenado a más de 10.000 soldados malienses.

Entre los hitos que han trascendido en los últimos meses de la participación de la Brilat en esta misión está, por ejemplo, el trabajo desarrollado para realizar sustancial mejora de las comunicaciones entre las distintas unidades desplegadas en el país africano. Gracias a ellos, las tropas españolas han incorporado la capacidad de Alta Frecuencia en sus comunicaciones, lo que permite transmitir datos y voz de forma segura en toda la zona de operaciones.

Son una veintena de militares españoles, procedentes de la Brilat, los que se encargan de gestionar esta capacidad, que permite ampliar el número de actividades de entrenamiento que se desarrollan fuera de las bases de Bamako y Koulikoro, sino en otras localizaciones más alejadas.

Logística

Mientras, en Pontevedra también se trabaja para que sus compañeros en Líbano y Mali estén lo mejor posible. El Grupo de Logística de la Brilat gestiona y prepara todos los envíos de las familias para que lleguen a las bases de Marjayoún, Bamako o Koulikoro. Aunque internet hace que las distancias no sean tan grandes, se trata de envíos que se agradecen en las zonas de operaciones.