Educación, controles en carretera y penas ajustadas al perfil del delincuente viario. Es la receta que propone el fiscal delegado de Seguridad Vial en Galicia para sacar a los multirreincidentes de la red viaria y lograr su reinserción. Para Carlos Gil "más que las imposiciones y las grandes sanciones", para reducir las ilegalidades al volante, tanto administrativas como penales, resulta más efectivo el refuerzo de los controles.

-Los delitos viarios aumentaron el año pasado en Galicia un 16%. ¿A qué lo atribuye?

-Son datos preocupantes. Es evidente que las cifras han aumentado, pero hay que considerar que en los últimos años se han incrementado los controles y esto es fundamental para tratar de reducirlos. Parece indiscutible que es más efectivo para reducir las ilegalidades, y no solo las penales, no la imposición o amenaza de grandes sanciones, sino el establecimiento de controles adecuados y numerosos de tal manera que el infractor sepa que si actúa de forma ilegal va a ser sorprendido y denunciado.

-¿Cuál es el perfil de delincuente viario que más se repite en Galicia y más cuesta reinsertar?

-Conducir sin carné o hacerlo con drogas o alcohol se llevan casi el 95% de todos los delitos viarios. Esta es una cifra que poco ha variado en los últimos años. A aquellas personas que padecen alguna patología o adicción es a las que más cuesta reinsertar pues para estos casos no va a bastar la multa o los trabajos sociales o, en último caso, el ingreso en prisión. Si no vanos al origen del problema, no habremos resuelto nada. Por eso hoy en día estamos probando nuevas formas de reinserción. En otros casos se aprecia una falta de educación total, no solo vial sino ciudadana y general, unida a una total falta de valores. Esto nos hace pensar que la educación es la única estrategia que nos puede dar buenos resultados en ellos.

-¿Qué porcentaje de los delincuentes viarios acaba en prisión?

-Suele estar entre el 2% y el 3%. Aunque la cifra varía de un día para otro se puede decir que aproximadamente cerca del centenar de conductores condenados está ingresado en nuestros centros penitenciarios.

-Tras doce años del carné por puntos, la DGT redujo la velocidad en la red secundaria y prepara el endurecimiento de las sanciones por el uso del móvil al volante y viajar sin cinturón. ¿Ve suficientes las medidas?

-Es normal que se trate de poner al día utilizando la experiencia que tenemos. Las distracciones y la velocidad son las principales causas de los accidentes y, por tanto, es lógico que se incida sobre estos extremos. Pero es evidente que un régimen sancionatorio adecuado no es más que el complemento idóneo para otras actuaciones también son fundamentales y, entre ellas, la educación: desde la educación en el colegio y cursos superiores hasta la familia, el grupo social, el laboral y, en general, en todos los ámbitos, sin olvidar el reciclaje de los conductores veteranos.

-El endurecimiento del Código penal para imprudencias graves ¿contribuirá a sacar de la carretera a los conductores de riesgo?

-Con esta reforma que entró en vigor el pasado día 2 se recoge una aspiración que venían solicitando muchas asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico que consideraban que las últimas modificaciones habían supuesto un cierto campo de impunidad para muchos infractores. También se trata de establecer criterios para la distinción entre las distintas clase de imprudencia. Aunque esta reforma supone un gran avance, no se han eliminado todos los problemas de interpretación que venían sucediéndose.

-Desde Stop Accidentes, Jeanne Picard apuntaba en una entrevista con este periódico que los jueces son permisivos con los delitos de tráfico y que no se aplica con rigor el Código Penal. ¿Comparte esta reflexión?

-Todos los jueces gozan de un margen de arbitrio judicial que les permite, en función de las circunstancias de cada caso, ponderar la extensión de los castigos que se pueden imponer. Unos están más concienciados que otros con los delitos de tráfico pero, en cualquier caso, siempre actúan dentro de la ley. Si no estamos de acuerdo con las medidas que se adoptan habrá que propugnar las reformas legales que sean oportunas, pues el imperio de la ley nos obliga a todos.

-¿Qué receta propone para sacar de la carretera a los delincuentes viarios y lograr su reinserción?

-La educación y la adaptación de las penas y medidas a las circunstancia personales del delincuente viario. Para ello hemos implantado en Galicia una experiencia interesante que consiste en la elaboración de informes criminológicos de los delincuentes multirreincidentes en los que se toma en cuenta todas las circunstancias personales y en base a ello los agentes criminólogos especializados elaboran un pronóstico de peligrosidad y de probabilidades de reincidencia y proponen las medidas que mejor se pueden adaptar para evitar esa reincidencia. Este estudio se remite al Juzgado competente para conocer del caso que se trate y se pueda tomar en cuenta sus consideraciones. Hasta ahora, en el escaso tiempo que llevamos, se han elaborado doce informes y en la mayoría de los casos los jueces han acogido las propuestas que se han realizado.

-¿Qué conductas negligentes al volante da por erradicadas en Galicia tras la aplicación del carné por puntos, la reformas penales, las campañas de sensibilización y de control y el refuerzo de la vigilancia en carretera?

-Ninguna de las conductas peligrosa esta erradicada, aunque es verdad que la efectividad de los controles ha hecho que disminuyan los porcentajes de conducción alcohólica.

-¿Dónde cree más necesario incidir para lograr reducir al máximo la accidentalidad en carretera?

-Sobre todo los controles por parte de los agentes encargados tanto en carretera como en las propias ciudades y la ya repetida de las medidas educacionales

-El Imelga advertía en el informe de 2017 de las elevadas tasas de alcohol detectadas, con tasas que triplicaban e incluso sextuplicaban la tasa permitida. ¿Qué lectura hace de este balance en las carreteras gallegas en materia de alcohol?

-En Galicia existe una tolerancia al consumo de alcohol asociado a la conducción que no está reprochado socialmente o cuando menos no lo está en la medida necesaria. Sigue existiendo una cierta permisividad en la sociedad hacia este tipo de comportamiento. Aun así, no podemos olvidar que en este aspecto se han logrado notables avances.

-Desde hace años, Fiscalía y Tráfico trabajan para combatir el fraude en los psicotécnicos. A día de hoy, ¿cuántos están en los juzgados gallegos?

-Se han llevado a los juzgados varios de los supuestos que investigaron los GIAT de la Guardia Civil y en la actualidad solo quedan cuatro vigentes en la provincia de Lugo. Pero tanto por la Guardia Civil como por las Policías Locales este control no está olvidado y prácticamente ha entrado en la rutina diaria de los agentes en su vigilancia constante de las condiciones de la conducción y en especial de las condiciones psicofísicas de los conductores.