La Xunta exige al Gobierno medidas que le permitan gastar 295 millones de euros vinculados al cumplimiento de la disciplina fiscal. Así lo anunció esta mañana el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijóo, que reveló la carta enviada al Ministerio de Hacienda para pedirle la transferencia de 170 millones por el control del déficit y la deuda pública y que autorice a Galicia a gastar este año otros 125 de su superávit.

Feijóo vinculó estas exigencias y el apoyo a una transferencia de la Autopista do Atlántico (AP-9) que descuente los 1.400 millones vinculados a la subida anual del peaje por las obras de ampliación de Rande comprometidas por el Gobierno socialista anterior como muestras de apoyo al autogobierno ante las exigencias de PSdeG y BNG para que se desmarcase de las propuestas lingüísticas del PP estatal.Gallego

El socialista Xoaquín Fernández Leiceaga y la nacionalista Ana Pontón exigieron a Feijóo que aclarase si secunda la propuesta de Pablo Casado, líder del PP estatal, para que el gallego, y el resto de lenguas cooficiales, dejen de ser requisitos para acceder a la función pública, en contra del Estatuto.

"No repita la vergüenza de atacar al gallego por un puñado de votos", demandó Pontón. "Usted se pone de perfil ante las posiciones recentralizadoras de su partido", afeó Leiceaga a Feijóo.

El titular de la Xunta evitó aclarar si secunda la promesa electoral de Casado y se limitó a decir que en Galicia no existe "problema lingüistico".

En su cara a cara con Luís Villares, de En Marea, Feijóo aseguró que la Xunta ofrece su ayuda a las plantillas de Bosch y Poligal, de las que varios representantes protestaron a las puertas del Parlamento para evitar la périda de puestos de empleo.