Ningún testigo avala la declaración exculpatoria del joven acusado del gran incendio de Ribeira, que en verano de 2013 devoró casi 200 hectáreas y puso en riesgo un polígono y hospital y obligó a corta la autovía de O Barbanza. Tanto el círculo de amistades como su propia madre, desmontaron la coartada del joven voluntario de Protección Civil, que en su comparecencia ante el juez el martes negó su implicación en el fuego y atribuyó su autoinculpación en el momento de la investigación a la "presión" policial. La última versión de Jesús Emilio F. V., de 32 años, es que el día del incendio hizo el reparto del pan junto a un amigo por la mañana, luego fue a una finca a dar de comer a los animales, comió en casa y durmió una siesta y volvió a la granja, hasta que lo llamaron de Protección Civil para ayudar a surtir de agua a los medios de extinción. El sospechoso, según su relato, ni tiene carné ni conduce.

Y ahí llegan los testigos para tumbar su versión. El amigo al que el acusado se refería coincidió en que a veces realizaban juntos el reparto, pero negó llevarlo en coche el día del incendio y aseguró rotundo que Jesús Emilio F. V. sí conducía. El siguiente testimonio que desmonta su declaración ante el juez lo protagonizó su madre, quien negó haberle preparado la comida para el tiempo que estuvo en la rotonda ayudando a cargar de agua los camiones, un hecho con el que su hijo justificó ayer que quedara allí la furgoneta familiar "para guardar los bocadillo y no tener que estar cargando con ellos", según informa Europa Press.

A preguntas del abogado, explicó que su hijo no terminó la Enseñanza Obligatoria Secundaria por "problemas de aprendizaje". "Es demasiado influenciable porque confía demasiado en la gente", se excusó su madre.

Durante el juicio, que ayer quedó visto para sentencia, el abogado del acusado advirtió de que lo único que hay contra él son "meros indicios". El letrado cuestionó a la Fiscalía porque -alegó- "ni siquiera" posee indicio probatorio" alguno y echa mano de "rumores no constatados por nadie" puesto que varios testigos declararon que habían escuchado frases como que el acusado "siempre era el primero en llegar" a las zonas de incendios. Tras pedir la libre absolución de su cliente, el acusado en su turno de última palabra se limitó a defender que es "inocente" y "nada más".

Durante la sesión de ayer también declararon varios peritos, que detallaron que el informe de la Xunta sobre el incendio tardó en realizarse siete meses porque -explicaron- no están "liberados" y habitualmente se encargan de labores de extinción hasta que no les encargan tareas de extinción. Aunque no encontraron ningún vestigio en la zona del incendio, atribuyeron a "un mechero o cerillas" como el arma que causó el fuego "intencionado".