El estallido de la burbuja inmobiliaria llevó a decenas de empresas constructoras en Galicia a buscar nuevos mercados. No solo se han hecho con un trozo del pastel de la obra pública en otras comunidades autónomas, sino que en los últimos años se han asentado en países del entorno, como Portugal, pero también han cruzado el charco y han levantado hospitales y urbanizaciones, construido líneas de AVE o ejecutado canalizaciones y ejecuciones de carreteras en Iberoamérica (Brasil, Paraguay, Chile, República Dominicana, Panamá o Colombia, entre otros), y también han logrado licitaciones en África. "Ya no solo las grandes empresas, las pequeñas y medianas también han salido fuera de la comunidad", destacan desde el sector, que estiman que al menos el 40% de las constructoras gallegas concurren de manera habitual a proyectos en otras comunidades y en el extranjero. "Ahí ha estado su supervivencia durante los años de crisis", detallan. En este periodo „añade el presidente de Apecco„ se han consolidado fuera y han mejorado el abanico de clientela".

Con la vista puesta en los próximos años, las constructoras gallegas advierten de que se necesita "certidumbre". "Llevamos unos años de inestabilidad política que ha repercutido en las inversiones, ahora con la mejora de la economía han aumentado las partidas para obra pública", ensalza el presidente de Apecco, al tiempo que reclama una "inversión regular" para que el sector "no padezca esos aumentos y disminuciones de carga de trabajo".