Firmar una póliza de seguro no es una tarea fácil para la Xunta, siempre que quiera vigilar el desembolso económico. El pasado año tuvo sus dificultades para contratar el de responsabilidad civil que cubre las eventuales negligencias sanitarias del Sergas y ahora va camino de repetir el mismo escenario con el de accidentes para los 87.000 empleados públicos de la Administración autonómica. Por lo de pronto ya ha tenido que sacar la licitación por un importe superior en un 35% a la póliza que ha estado en vigor durante los dos últimos años y situarse en un precio de salida de 3,1 millones de euros para los dos próximos ejercicios „julio de 2019 a junio de 2021„. La Consellería de Facenda asegura que ha tenido que incrementar la cuantía en 800.000 euros por el endurecimiento de las condiciones que ofrecen las aseguradoras, por las catástrofes producidas el pasado año en todo el mundo y por la evolución de los accidentes entre los funcionarios. A raíz de estas catástrofes, según la Xunta, los operadores están siendo más estrictos en las condiciones económicas que ofertan. "Se trata de una situación que empezó al afectar al ramo de flotas, se trasladó al de responsabilidad civil y ahora se está trasladando al de accidentes", indica Facenda en el expediente de licitación.

A ello se suma la siniestralidad entre los empleados públicos, cuyos 157 partes registrados desde julio de 2014 supusieron el pago 5,7 millones de euros en indemnizaciones. Con este seguro, la Xunta busca coberturas complementarias a las que ofrece la Seguridad Social mediante una póliza privada para los accidentes y enfermedades profesionales.

En el caso del seguro de responsabilidad civil, la subida también del 35% en la licitación con respecto al anterior contrato no le sirvió de nada a la Xunta. El concurso quedó desierto en junio de 2018 y se volvió a lanzar de nuevo „por el procedimiento negociado sin publicidad„, pero reduciendo de dos a un solo año la vigencia de la póliza y rebajando el límite máximo a pagar por parte de la aseguradora para así facilitar la participación.

En la segunda ocasión se presentaron dos compañías, las dos multinacionales, y la adjudicataria ganó por un precio de 7,855 millones de euros, 80.000 euros por debajo el presupuesto de salida en que había cifrado la Xunta su póliza de seguro.

Inicialmente, la idea era cubrir dos años de riesgos por 15,8 millones de euros. El importe era un 35% superior al anterior contrato, con el que se esperaba sortear el incremento en un 22,5% de las indemnizaciones, pero no fue posible.