"No soy ningún incendiario y lamento muchísimo el perjuicio que causé". Fue la última palabra en el juicio ayer en Ourense de Miguel Á. M. N., natural de Rairiz de Veiga, funcionario judicial en Vigo y vinculado al movimiento ecologista. Se enfrenta a una petición de condena de 5 años y medio de cárcel por un incendio forestal de 1,2 hectáreas en Os Blancos el 15 de octubre de 2017, el fin de semana en el que ardieron casi 50.000 en toda Galicia. "Ese día fui a pasear con el perro. Tenía hambre, quería calentar un chorizo y el fuego salió escopetado. Intenté apagarlo primero con los pies y luego con una xesta, pero entró en una silveira y ya no pude con él", manifestó a preguntas de su abogado.

La fiscal descarta la negligencia que aduce en su versión el encausado: "trata de dar una versión de los hechos digna de una mente imaginativa. El incendio no fue una imprudencia, sino doloso e intencionado".