Las 10.300 toneladas de sardina para la campaña de este año acordadas por los gobiernos de España y Portugal suponen la mitad de las posibilidades disponibles cuando se inició el plan de gestión conjunto en 2014. La flota de ambos países disponía entonces de 20.500 toneladas y el cerco insiste en reclamar, al menos, 15.425 este año para que su actividad sea mínimamente viable. Ayer cerqueros lusos y españoles (de Galicia, Asturias y golfo de Cádiz) conformaron la Plataforma Ibérica en Defensa de la Pesca Sostenible de Sardina y, junto a ello, urgen una "reunión de urgencia" con el director general de Asuntos Marítimos y Pescas de la Unión Europea, el portugués João Aguiar Machado. Esto se debe a que, según explicaron, el tope fijado para 2019 responde a una "exigencia de Bruselas". "No vamos a aceptar esa propuesta ni los gobiernos deben hacerlo", indica la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga).

Lisboa acoge desde el lunes y hasta mañana un taller de evaluación del plan de gestión de la sardina ibérica a cargo del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, en sus siglas en inglés). Aprovechando esto, el cerco gallego, portugués, asturiano y del golfo de Cádiz se citaron para fundar la plataforma. En el encuentro, la delegación española informó a la lusa del reparto. "Se llevaron la sorpresa, porque a ellos no les dijeron nada", lamenta el portavoz de Acerga, Andrés García.

Según entiende el sector, las 10.300 toneladas como tope de pesca "no es la idea de lo que tenían ambos países", por lo que interpreta que viene impuesto de Bruselas. "No nos podemos engañar a nosotros mismos. Más vale que cierren la pesquería y que busquen ayudas", señala García.

La recién estrenada Plataforma Ibérica insiste en reclamar 15.425 toneladas como tope al entender que los resultados científicos así lo avalan. Según recuerdan, el ICES estima que la biomasa actual de la sardina (cantidad de ejemplares adultos con un año o más) es superior a las 154.000 toneladas. "Y los barcos ven el mar lleno de sardina. Está mucho mejor que antes", explica el portavoz de Acerga.

De consumarse el reparto, el Cantábrico Noroeste dispondría hasta el 31 de agosto de 2.415 toneladas, lo que tocaría a cerca de 9.800 kilos para cada uno de los casi 250 barcos de cerco que operan en el caladero. Teniendo en cuenta que el tope por embarcación es de 6.000 kilos semanales, el cupo podría durar dos semanas. Entre septiembre y el 1 de noviembre la cuota sería de 1.035 toneladas.

La Consellería do Mar convocó al sector el jueves para tratar el borrador y presentar alegaciones consensuadas. Allí también estará el xeito, a cuya flota le toca 62,07 para el primer periodo.