Galicia sufrirá este año para pagar sus servicios sociales e incluso se arriesga a dejar de pagar a sus proveedores en plazo legal si el Gobierno no desbloquea 825 millones con los que la Xunta cuenta en sus presupuestos. "En el caso de que el Gobierno siga en esta situación y tras las elecciones tardemos meses en constituir un Gobierno, todas las comunidades entrarían en situación de déficit y tendríamos gravísimas consecuencias para mantener el gasto y, por supuesto, no podríamos pagar las facturas", alertó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

El dirigente autonómico elevó el tono de sus exigencias al Gobierno del socialista Pedro Sánchez el miércoles, desglosando lo que considera deudas con la comunidad: 125 millones de superávit que no puede gastar con libertad; 198 de una mensualidad de ingresos del IVA del año anterior comprometidos y no recibidos; 330 de entregas a cuenta no recibidas entre enero y marzo de este año; y 170 pendientes de recibir por las liquidaciones negativas de años anteriores. En agosto, Feijóo avanzó que la Xunta no podría pagar el aumento salarial de sus empleados sin el IVA retenido.

Con esas decisiones, el equilibrio económico de las comunidades está en peligro. Feijóo acusó al Gobierno de ello. "El Gobierno está tensionando las haciendas autonómicas porque no consigue mayoría parlamentaria para aprobar sus presupuestos", censuró Feijóo, que insistió en alertar sobre las consecuencias de generar "un agujero de 825 millones" en el presupuesto gallego. Sin embargo, no concretó si aplicará recortes en caso de no recibir a tiempo esos fondos.

Una de las demandas de Feijóo fue desbloqueada el miércoles. El Gobierno logró aprobar varios decretos ley, entre ellos el que autorizaba a comunidades y ayuntamientos para poder invertir este año el superávit del ejercicio pasado. El presidente gallego exigía esa decisión desde febrero, pero paradójicamente su propio partido, el PP, votó en contra de la norma en la Diputación Permanente.

Feijóo evitó opinar sobre esa contradicción y centró sus ataques en las restricciones para invertir el superávit, limitaciones establecidas por el anterior Gobierno del popular Mariano Rajoy, lo que convierte en "absolutamente estéril" la citada autorización. "La regla del superávit, como la de gasto, tiene que ir modulándose conforme el momento en que se aplica", expuso para reiterar su petición de que la administración central permita a la Xunta gastar su superávit en contratar personal sanitario, algo vetado con la actual normativa. Además, el Ministerio de Hacienda rebajó de 125 a 104 su cálculo de superávit.

Además, en plena ofensiva del PP estatal contra los decretos del Gobierno socialista, Feijóo exigió la aprobación por esa vía de las medidas necesarias para dar "seguridad jurídica y presupuestaria" a las comunidades. Se refirió en concreto a la urgencia para ceder el IVA retenido por Hacienda.