El mercado inmobiliario en Galicia vive un lustro de crecimiento aunque se necesitaría entre 20% y un 30% más tanto de viviendas a estrenar como de rehabilitaciones para situarse en niveles precrisis. La sobreconstrucción antes del boom del ladrillo provocó en España un elevado stock de inmuebles, para los niveles de demanda. Pero no es el caso de Galicia. Las casas de segunda mano han tirado del sector„representan el 80% de las transacciones„ ante la falta de nuevos proyectos, ya que la comunidad necesita quintuplicar la construcción de viviendas para cubrir la demanda. De ahí, el incremento en el inicio de nuevas obras en los últimos años. Y por ello también la puesta en marcha de nuevas promociones ha crecido en el último lustro a mayor velocidad que la rehabilitación, pese a contar Galicia con un parque residencial envejecido donde tres de cada diez pisos en Galicia tienen más de medio siglo. Mientras la obra nueva se duplicó en este periodo las reformas también repuntaron, pero a un ritmo mucho más lento, con un 30% más de contrataciones.

Además, de todas las licencias concedidas el año pasado, siete de cada diez fueron para construir nuevos edificios, mientras que el 30% de las obras se destinó a la rehabilitación y solo el 2% restante fueron trabajos de ampliación, según los datos del Ministerio de Fomento sobre inmuebles en edificación a partir de los visados de dirección de obra de los Colegios de Arquitectos Técnicos.

Las grúas y las excavadoras vuelven a funcionar a pleno rendimiento. Tanto es así, que solo en un año el número de visados concedidos creció en un 46%, al pasar de los 2.373 registrados en 2017 a los 3.476 del año pasado. Si se hace la comparación con hace cinco años el repunte ha sido más del doble porque en 2014 apenas se firmaron 1.519 permisos. Aún así, son un 26% menos que las 8.943 autorizaciones expedidas antes de la recesión. En cuanto al tipo de inmuebles, el 66% de las casas iniciadas el año pasado forman parte de edificios en bloques de pisos, de forma que el otro 33% se corresponde con hogares unifamiliares.

Aunque en número son menos, las casas unifamiliares construidas en 2018 son de mayor tamaño con 208 metros cuadrados, casi el doble que los 120 metros cuadrados de superficie media de las viviendas construidas el año pasado en la comunidad. Sin embargo, en lugar de ganar metros al hogar cuando se queda pequeño la opción más habitual es mudarse a otro más grande. Así se vislumbra de los datos que hacen referencia a las ampliaciones, que apenas suponen el 2% de las obras con 93 casos e incluso se ha estancando su evolución en los últimos dos años con un descenso de casi el 10% en 2018.

Por su parte, durante el año pasado se han registrado en el Colegio de Arquitectos Técnicos un total de 1.642 obras de rehabilitación, un 11% más que en 2017 y un 30% por encima de las 1.274 de hace un lustro. Ocho de cada diez reformas „1.298„ autorizadas en 2018 se hicieron en viviendas residenciales. Aunque el crecimiento en la restauración de edificios sea mucho menos acusado que la construcción de obra nueva, el 70% de las viviendas de segunda mano que se compran son reformadas en algún momento. Esta dinámica se ve reforzada en la comunidad por la antigüedad del parque de viviendas y el paquete de ayudas económicas puesto en marcha por la Xunta para la rehabilitación. El Ejecutivo gallego subsidia hasta el 100% durante cuatro años los intereses de los préstamos para financiar obras de rehabilitación de viviendas mediante un presupuesto de casi tres millones de euros. Estas ayudas para rehabilitación están incluidas en el Plan rehaVIta 2015-2020 y el importe de la convocatoria de 2018 supero en más de un 60% el presupuesto de la del ejercicio anterior.